Redacción/ Miami.
Han sido cuatro años de lucha personal del exfutbolista inglés, David Beckham para lograr impulsar su equipo en la MLS, la liga estadounidense de fútbol. El mítico jugador del Manchester United tuvo que enfrentarse a la burocracia, a los vecinos de Overtown, el barrio donde estará ubicado el estadio que albergará los partidos de la nueva franquicia de fútbol de Miami. Pero el día ha llegado. Beckham confirmó personalmente a diversos medios de la ciudad que la Major League Soccer ha dado el visto bueno definitivo al nuevo equipo.
David Beckham vive en Estados Unidos desde que en 2007 fichara por Los Ángeles Galaxy, equipo de la ciudad californiana y con el que firmó un contrato que le permitiría al jugador inglés comprar la franquicia por un precio razonable para los ingresos de Beckham a lo largo de toda su carrera, unos 25 millones de dólares. Tras su retirada del fútbol, el jugador inglés trató de hacerse con el control de su club en Estados Unidos para llevarse la franquicia al otro lado del país, a Miami. Beckham imaginó desde un comienzo que un equipo en Miami atraería a una gran cantidad de aficionados debido a la inmigración de personas latinas existente en este punto del país. América Latina tiene un mayor interés por el fútbol europeo que por los deportes característicos de Estados Unidos.
Los habitantes del barrio de Overtown protestaron por la llegada del nuevo estadio a sus inmediaciones por los problemas de tráfico que la construcción acarrearía. Finalmente, el propio Beckham se reunión con representantes vecinales y los convenció de que la llegada del nuevo campo beneficiaría a esta zona de la ciudad. Esta no es la primera vez que se intenta fundar un club en Miami. El Miami Fusion jugó en la MLS entre los años 1997 y 2002 con caras tan conocidas en su plantilla como la del ‘Pibe’ Valderrama. No obstante, el Miami Fusion jugaba al norte del Estado de La Florida, en Fort Lauderdale y su ubicación imposibilitaba la llegada masiva de aficionados.