Miami, lunes 16 de mayo de 2022
Con un nuevo enfoque para llamar la atención respecto a cómo Amazon usa los datos de las personas, un accionista está demandando a Jeff Bezos, Andy Jassy y otros 17 líderes de Amazon que, según él, permitieron que la empresa violara las leyes estatales.
Amazon ya ha sido objeto de críticas por el uso que hace de los datos biométricos, como las huellas dactilares y las imágenes faciales. Se le ha acusado de recoger y usar imágenes de personas sin su consentimiento, así como de violar las leyes estatales que prohíben a las empresas beneficiarse de los datos biométricos de las personas.
Normalmente, las acciones legales se dirigen a la empresa. Esta vez, la demanda del accionista Stephen Nelson se dirige a los principales responsables de Amazon, en nombre de la propia empresa.
El grupo de demandados —que incluye a ejecutivos como el fundador y presidente ejecutivo Bezos, el consejero delegado Jassy, el director financiero Brian Olsavsky, el consejero general David Zapolsky y los 11 miembros del consejo de administración— permitió que Amazon hiciera declaraciones falsas sobre su uso de datos biométricos, alegó Nelson en la demanda presentada en un tribunal federal de en Seattle en abril. Los altos cargos de la empresa, de acuerdo con sus abogados, “hicieron una elección consciente de ignorar la conducta de Amazon”.
Los ejecutivos y miembros del consejo de administración de Amazon “le causaron un daño financiero y de reputación sustancial a Amazon”, dice la demanda.
Amazon no devolvió las solicitudes de comentarios por la demanda.
Amazon, al igual que muchas empresas tecnológicas, usa datos biométricos para ofrecerle a los clientes las funciones que esperan. Su asistente virtual Alexa usa el reconocimiento de voz para responder a las preguntas del clima que el usuario hace. Una nueva función para el dispositivo Echo Show 15, anunciada en septiembre, le permite a Alexa usar señales visuales para identificar a una persona cuando entra en contacto con la cámara y ofrecerle una lista de tareas pendientes, un calendario y una selección de música personalizados.
Amazon Web Services, la rama de computación en la nube de la empresa, almacena algunos datos biométricos de sus clientes y de los empleados de esos clientes, de acuerdo con la demanda, como las huellas dactilares para acceder a un edificio, las huellas de voz para identificar a las personas que llaman y los escaneos faciales de jugadores.
Amazon lanzó su servicio de reconocimiento facial, Rekognition, en 2016, para que los clientes construyeran una “poderosa búsqueda y descubrimiento visual” en aplicaciones, de acuerdo con una entrada de blog en su sitio web. Desde entonces, se ha usado en los sistemas domésticos inteligentes de Amazon, Alexa y otros dispositivos con cámara, y Amazon ha comercializado la tecnología para a las fuerzas del orden y al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Rekognition ha alarmado a activistas y accionistas, quienes afirman que la tecnología de vigilancia facial podría “dirigirse de forma injusta y desproporcionada” a las personas afroamericanas. Los accionistas de Amazon votarán una propuesta en la junta anual de la empresa el 25 de mayo, para solicitar un informe acerca de cómo se usa y comercializa Rekognition y hasta qué punto podría violar la privacidad y los derechos civiles.
En el verano de 2020, Amazon puso una moratoria de un año en la venta y uso de Rekognition por parte de las fuerzas del orden.
En un comunicado en el que instaba a los accionistas a votar en contra de esa propuesta, el consejo de administración de Amazon afirmó que la empresa está “comprometida con el uso responsable de nuestros productos y servicios de inteligencia artificial y aprendizaje automático”.
En respuesta a la creciente preocupación de cómo y dónde se usan los datos biométricos, Illinois aprobó en 2008 una ley que establece normas relacionadas con cómo las empresas y otras entidades pueden usar la información de una persona. Esas directrices exigen que las empresas obtengan el consentimiento antes de recopilar datos, así como que le informen a las personas por escrito qué información se está recopilando, por qué y durante cuánto tiempo.
Washington aprobó una ley similar en 2017 y alrededor de 20 estados ya cuentan con algunas salvaguardias.
Desde que esas leyes entraron en vigor, empresas tecnológicas como Amazon, Microsoft, Google, TikTok y Meta se han enfrentado a litigios por el supuesto uso indebido de los datos biométricos de las personas. Este mes, la empresa de reconocimiento facial Clearview AI acordó restringir el uso de su enorme colección de imágenes faciales tras una demanda de dos años en la que se alegaba que recogía fotos de personas sin su consentimiento.
Amazon se enfrenta a al menos 14 demandas colectivas y 75,000 casos individuales, de acuerdo con la presentación judicial de Nelson.
Nelson sostiene que los ejecutivos y el consejo de administración de Amazon son responsables de las consecuencias de estas demandas, además de los gastos legales y las posibles multas. Los daños potenciales son “astronómicos, hasta el punto de que la empresa podría quedar fuera del negocio si las violaciones no se abordan, detienen y remedian inmediatamente”, dice la demanda.
Nelson acusa a los responsables de Amazon de engañar a los inversores sobre los riesgos financieros y legales asociados a su uso de datos biométricos y a las posibles violaciones de la Ley de Información sobre Privacidad Biométrica de Illinois. Frente a su propia demanda colectiva, Facebook acordó pagar 650 millones de dólares en febrero de 2021 por el uso de la tecnología de reconocimiento facial de la compañía.
En las presentaciones legales, el consejo de administración de Amazon desestimó las preocupaciones de los accionistas acerca de los riesgos, de acuerdo con la demanda, y los acusados enumerados en la demanda firmaron “declaraciones falsas” del cumplimiento de Amazon con las leyes estatales.
La conducta de los demandados “pone en peligro y daña uno de los activos más importantes (y frágiles) de Amazon: la confianza de los consumidores”, dice la demanda. “El daño a la reputación es particularmente devastador para empresas tecnológicas como Amazon”.
Nelson no quiso hacer comentarios a través de su abogado Gregory Wesner, de Herman Jones, con sede en Bainbridge Island.
La demanda le pide al tribunal que ordene a Amazon que cambie sus prácticas en materia de datos biométricos, así como la forma en la que se gobierna internamente.
Sugiere el nombramiento de miembros del consejo de administración con experiencia en ciberseguridad y privacidad de los consumidores, la revisión de las políticas de la empresa para “informes confidenciales” y el perfeccionamiento de su proceso de investigación para las quejas que vienen de dentro de Amazon.
Fuente: Lauren Rosenblatt, The Seattle Times, Sun Sentinel