Por Redacción/ Miami.se define a sí mismo como un decorador y su trabajo primordialmente se basa en “crear atmósferas”. Un verdadero artista.
Aleksander Alembert comenzó su carrera estudiando historia del arte y fundando una empresa de ventas de antigüedades en Boca Ratón, Florida, con lo cual, se fue metiendo de lleno en el negocio del arte. Viajar para comprar muebles, trayéndolos, vendiéndolos y acomodándolos fue una gran experiencia como decorador y a partir de allí se fue definiendo su vida artística y espiritual.
Luego con el paso de los años, se enfocó en su profesión como decorador. Trabajó como empleado en ASID (American Society of interior Designers) y allí fue donde aprendió cómo debía hacer para llevar adelante su propio negocio de diseño. Su primer trabajo fue en un penthouse, frente al mar, en Deerfield Beach, en donde Alekxander se ocupó desde colocar el elevador hasta los cuadros, con un presupuesto de 250.000 dólares.
Un estilo propio
“Los espacios donde yo creo, uno puede sentir que hay un sentimiento de espiritualidad, hay un silencio en mi decoración y lo creo con lo que es el neo-clásico, que crea una simetría en ambos lados del espacio. También los colores que utilizo crean vibraciones, entonces antes de decorar lo que hago es crear una sinfonía en mi mente, como una emoción o sentimiento, una vibración que sé que eso es lo que quiero transmitir en esa atmosfera; entonces no es solamente decorar con muebles o material sino que hay que decorar con una emoción que vibre”, explicó Aleksander Alembert.
Alembert es hijo de una madre cubana y un padre hindú, y atribuye a su familia su interés por descubrir su propia espiritualidad. “Siempre hemos estado moviéndonos en diferentes direcciones buscando la luz, el tema común en todas las religiones es que creen en la luz”, comentó Aleksander, quien siente que esto es lo que le ha ayudado a triunfar primeramente como persona y luego como profesional: “A través de la espiritualidad y con la excusa de la decoración le he traído el cambio a la vida de mis clientes”, agregó. Es por esto que Alembert busca focalizarse en la decoración de hoteles y restaurantes más que en residencias personales, porque así no ayuda solo a una familia sino a miles de personas.
Para Aleksander los inversionistas y dueños de hoteles en Miami deberían invertir en un rediseño clásico a diferencia del estilo minimalista que hoy se utiliza, porque así no solo revalorizan su negocio sino que hasta dentro de 20 años o más no necesitaran volver a invertir en un cambio de decoración y mobiliario, que es lo que pasa con el estilo actual: en unos años ya estará pasado de moda.

Los colores que utilizó crean vibraciones, entonces antes de decorar lo que hago es crear una sinfonía en mi mente, como una emoción o sentimiento”, afirmó el decorador Aleksander Alembert.
Decorador sin fronteras
A pesar de encontrarse situado en Miami, en los últimos 10 años Alembert ha trabajado principalmente en Europa y la India. Entre el 2008 y el 2012, se ocupó de trabajar en el auditorio más grande de la India, que contaba con techos de catedrales de 30 pies de altura, ubicado en la ciudad hindú de Hyderabad. Después de ese trabajo se le presentó la oportunidad de decorar 3 hoteles y 2 residencias en ese mismo país.
El viajar le ha permitido adquirir mucha experiencia y conocer diversas culturas que se reflejan en los distintos estilos de decoración. “Cada mundo, cada continente vive bastante distinto, por ejemplo, en la India aunque hay mucha pobreza y mucha riqueza, hay mucho amor. Y esto es lo que me ha atraído a viajar, por todo lo que puedo aprender en esos viajes: Aprendí a abrir mi corazón, aprendí a amar, aprendí a ver a todas las personas, aunque sean de niveles distintos, como almas”, concluyó Aleksander.
Informe: Xoana Damiano
Foto: Gentileza Aleksander Alembert