Redacción/ Miami.
Brasil ha abierto el melón de la extrema derecha en América Latina. Si en Europa el auge de los partidos abiertamente xenófobos y racistas ya está más que consolidado, en el continente americano los candidatos presidenciales no habían utilizado todavía este tipo de retórica para ascender en el apoyo social. Brasil ha sido el primero con la victoria aplastante en la primera vuelta del candidato ultra Bolsonaro, quien logró el 46,3% de los votos que se contabilizaron en el día de ayer. Haddad, el candidato del Partido de los Trabajadores se quedó en el 28,8% de los sufragios.
Sin embargo, Bolsonaro no logró más del 50% de los votos y, por tanto, se celebrará una segunda vuelta que enfrentará a Bolsonaro y Haddad. Pero la victoria ha sido tan amplia que parece difícil que exista un vuelco electoral que acabe con la victoria del candidato de izquierda, por delante de Bolsonaro. La campaña electoral en Brasil ha enfrentado totalmente a la sociedad brasileña. Bolsonaro ha sido el gran protagonista de los ataques por sus palabras contra las mujeres, las minorías étnicas, las personas venezolanas o los homosexuales. Su discurso se encamina a la consecución de un país alejado de las personas más pobres y encaminado a la eliminación de impuestos a las personas más ricas, ahondando en la enorme diferencia que existe en algunos sectores de la sociedad brasileña. Por su parte, para Haddad fue imposible evitar la pérdida de votos derivada de la corrupción sancionada a su mentor, el expresidente Lula.