Por Ron Busby, presidente y CEO de la U.S. Black Chamber; Ramiro Cavazos, presidente y CEO de la U.S. Hispanic Chamber of Commerce y Chiling Tong, presidente y CEO de National ACE.
Con un esfuerzo coordinado tanto del sector público como del privado, los propietarios de negocios pertenecientes a las minorías podrán acceder a los recursos que necesitan para prosperar.
Aunque la pandemia representó desafíos económicos para todo el mundo, los negocios pequeños de propietarios hispanos y de demás minorías estuvieron entre los más afectados.
A nivel nacional, la cantidad de propietarios de negocios activos en Estados Unidos cayó en un 22% entre febrero y abril del 2020 a medida que la pandemia los obligó a cerrar sus puertas. Pero para los negocios de propietarios de raza negra, la devastación fue casi el doble de profunda, ya que la cantidad de propietarios afroamericanos de negocios activos declinó en un 41%. Otras comunidades minoritarias también sufrieron pérdidas graves, entre ellas los propietarios de negocios que son inmigrantes (con una caída del 36%), de origen latino (32%) y asiático (26%).
Esta situación se ha vuelto la norma en Estados Unidos, pero es hora de afrontar la crisis.
La crisis que deja la pandemia
La pandemia le regó gasolina a un incendio que ya estaba ardiendo. Lo más probable era que fracasaran los negocios que ya operaban más cerca del margen mientras la peor recesión de los últimos 75 años exacerbó y precipitó con gran rapidez la desigualdad existente.
Ahora que los índices de contagio están declinando y la vacunación se acelera, es reconfortante pensar que posiblemente estamos viendo la luz al final del túnel de la pandemia. Pero el regreso gradual a la “normalidad” es un triste consuelo para los empresarios hispanos y de demás minorías con dificultades para mantenerse a flote.
Para poder salir de este aprieto económico, los dueños de negocios que pertenecen a las minorías necesitan apoyo, como subsidios financieros, recursos técnicos y préstamos accesibles, para ayudarlos a competir en igualdad de condiciones y promover realmente la igualdad de oportunidades.
Necesitamos que todos se involucren. La participación del gobierno federal y de la comunidad corporativa en general es crucial en esta situación.
El American Rescue Plan, propuesto por el gobierno de Biden, busca ofrecer $15.000 millones en subsidios y otros $35.000 millones para financiar un programa de préstamos, ambos serian destinados para pequeños negocios. El gobierno espera hacer uso de otros $175.000 millones adicionales en préstamos y capital para emprendimientos. Estos fondos se necesitan con urgencia y es absolutamente crucial que los negocios de propietarios pertenecientes a las minorías tengan la oportunidad de recibirlos.
Esta vez, el congreso debe asegurarse de que los negocios cuyos propietarios sean empresarios de color reciban su porción equitativa. Para ello necesitamos requerir una presentación de informes como una garantía de rendición de cuentas. Las promesas y los comunicados de prensa no son suficientes. Necesitamos un compromiso sostenido, seguimiento y transparencia.
Mientras tanto, las corporaciones de EE.UU. tienen que hacer su parte.
La iniciativa de Comcast RISE
Cuando las protestas contra la injusticia racial estallaron en todo el país el verano pasado, muchas compañías grandes anunciaron nuevos e importantes compromisos para luchar contra la desigualdad. Por ejemplo, la iniciativa de Comcast RISE (Representación, Inversión, Fortaleza y Potenciamiento por sus siglas en inglés), lanzada en octubre, entrega subsidios de $10.000 a al menos 500 negocios de propietarios hispanos y de demás minorías en cinco de las ciudades más afectadas por la pandemia: Filadelfia, Atlanta, Chicago, Houston y Detroit.
Más de 700 negocios en todo el país también se benefician de los servicios de marketing y tecnología que ofrece esta iniciativa, lo que los ayuda a recobrarse. El programa Comcast RISE forma parte de un compromiso de 3 años y $100 millones que la compañía anunció el pasado verano para luchar contra la injusticia y la desigualdad.
Esta es la clase de compromiso concreto que necesitamos desarrollar. Por más importantes que sean estas iniciativas federales y del sector privado, no pueden tener éxito a menos que todos nos unamos. Tenemos que remar en la misma dirección para poder concretar la promesa estadounidense de la verdadera igualdad de oportunidades. El gobierno federal debe sostener sus nuevos esfuerzos a lo largo del tiempo y más líderes del sector privado deben iniciar acciones como el programa Comcast RISE para poder ampliar la escala del impacto.
Con un esfuerzo coordinado tanto del sector público como del privado, los propietarios de negocios pertenecientes a las minorías podrán acceder a los recursos que necesitan para prosperar, y la recuperación económica que todos luchamos por alcanzar estará más cerca de representar el campo de acción justo e igualitario que deberíamos haber construido en primer lugar.
