Redacción/ Miami.
El mayor empleador privado de Estados Unidos, la cadena de supermercados llamada Walmart, ha decidido incentivar a sus empleados tras la reducción del impuesto de sociedades que salió de la reforma fiscal acometida por el ejecutivo comandado por Donald Trump. De esta forma, Walmart cumple la promesa que realizó después de que se supiera exactamente el plan aprobado por el Congreso y el Senado y que finalmente favoreció los intereses de las empresas.
Pero Walmart no es la única gran compañía que ha realizado esta acción ni la primera. Antes que Walmart, corporaciones como AT&T, Wells Fargo, Capital One, Visa o Comcast ya habían anunciado incentivos para sus trabajadores por el descenso de la presión fiscal a sus cuentas. No obstante, estos incentivos no alcanzan la cantidad de dinero que estas grandes compañías se ahorrarán a la hora de cumplir con el erario público. El impuesto federal aplicado a las compañías tuvo una reducción desde el 35% al 21%, lo cual supone un gran alivio para la carga en las finanzas de las grandes corporaciones, encargadas de crear contratos para una gran mayoría de la población del país.
Walmart procede de una situación complicada en relación a los salarios que ofrece. Si hace dos años ya subió el salario mínimo de los 7,25 dólares por hora trabajada a los 9 por una serie de protestas contra su política de bajo coste, el año pasado volvió a subir el salario mínimo hasta los 10 dólares. En el día de ayer, Walmart situó el salario en 11 dólares por hora trabajada y anunció, además, una paga extraordinaria de hasta 1.000 dólares para los empleados que llevan más años laborando en la cadena de supermercados.