Miami, viernes 27 de mayo de 2022
Una botella de vino, un desodorante, un detergente, queso… Los propietarios de un supermercado (o cualquier comercio), conocen de primera mano el impacto en sus economías de los hurtos. Sí, el ladrón ocasional puede pensar que un producto no va a tener un gran impacto en la cuenta de resultados de una gran cadena de supermercados; el problema es que, como él, hay miles de personas que roban a diario. Y esto sí supone un grave quebranto en las cuentas de la empresa, y las pérdidas son millonarias al cabo del año.
En España se realizan cerca de un millón de robos de estas características al cabo del año. Sin embargo, un sistema basado en inteligencia artificial está consiguiendo una drástica reducción de los mismos, y lo hace de una forma, precisamente, inteligente.
Nos referimos a Veesion, una compañía que ha desarrollado un módulo basado en aprendizaje automático que analiza de manera completamente autónoma el comportamiento de los clientes y en el momento en el que detecta un posible hurto, lanza una alerta en tiempo real a la seguridad del local.
“El funcionamiento es simple, básicamente, alguien coge algo de la estantería y se lo mete al bolsillo, bolso, mochila… el software detecta al momento esos movimientos y envía un video alerta de la situación”, explica Pablo Blanco, Country manager de la compañía para España y Latinoamérica. En ese momento, el personal de seguridad se encarga de intervenir y frustrar el mencionado robo.
Un análisis constantemente de las cámaras
Lo primero que hay que aclarar es que no se trata de un sistema de videovigilancia nuevo, sino de un módulo que se añade al concentrador de las cámaras ya existentes. Esto es, Veesion aprovecha la infraestructura ya presente y la completa con un módulo que visualiza de forma autónoma todo lo que sucede y —esta es la parte más importante—, analiza el comportamiento del cliente.
¿Qué se busca exactamente? Por un lado, el robo realizado in fraganti (el cliente introduciendo en su bolso o bolsillos un producto), y por otro, los comportamientos anómalos que son el preludio al hurto. Entre estos, suele ser habitual entre los ladrones echar un vistazo a la ubicación de las cámaras o bien introducir productos en el carro a una velocidad más rápida de lo habitual.
La ventaja de este sistema es que no discrimina el producto por su valor y opera igualmente con una botella de un tinto reserva o una piruleta.
Si repasamos la casuística de los hurtos en centros comerciales y supermercados, el 90 % de los mismos son ocasionales e impulsivos, o lo que es lo mismo, no son planificados ni llevados a cabo por bandas organizadas.
“Los supermercados pierden el 1,5% de sus productos debido a hurtos y sustracciones”, explica Blanco, quien, además, apunta a otro efecto colateral del robo:” el 80% de los ladrones que salen impunes serán reincidentes”. Esto es, que si no se frustra un hurto, no solo se perderá el valor de lo robado en esa ocasión, sino que potencialmente volverá a suceder. El delincuente recibe una gratificación por la facilidad de su actuación y volverá a por otra recompensa.
Ya está en marcha en miles de supermercados
Este sistema está ya instalado en más de mil supermercados en todo el mundo y las cifras demuestran su eficacia: se frustra el 60 % de los intentos de robo; si ponemos una cifra al valor económico de los mismos, comprenderemos el valor añadido de este sistema.
Ahora bien, ¿podemos estar tranquilos en materia de privacidad en un local que cuenta con un sistema de vigilancia basado en inteligencia artificial? La respuesta es rotunda: sí.
Lo primero que hay que comprender es que, en la Unión Europea, están específicamente prohibidos los sistemas basados en reconocimiento facial, por un lado; por otro, Veesion cifra las imágenes y las destruye posteriormente.
El sistema no crea patrones ni reconoce a los clientes; vamos, que no lanza una alerta si detecta el rostro de un reincidente: solo analiza comportamientos.
Fuente: Jose Mendiola, Yahoo Finanzas
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