En esta oportunidad vamos a analizar el vino como un negocio, más que como un placer. Y nos referimos a las botellas de vino, no a una bodega o a un viñedo. Según afirman fuentes como The Telegraph, The Guardian, y Business Insider, las botellas de vino de alta gama se encuentran entre las mejores inversiones de este año y de 2014,
Para hacer frente a los niveles de inflación. Por supuesto, la idea sería adquirirlas, añejarlas, y luego revenderlas. ¿Cómo hacerlo?, además, ¿qué son los SWAG?
Los vinos de alta gama son uno de los pocos bienes que aumentan fuertemente su valor con el tiempo, y durante su vida útil no se degradan ni se amortizan. Incluso algunos vinos de culto franceses, nunca se devalúan, aún habiendo superado una edad lógica de consumo, se transforman en objetos de colección. Esto trae como consecuencia, que se estén formando en el mundo grupos inversores dedicados a atraer capitales para colocarlos en vino, o como ellos lo llaman: “el oro líquido”.
Si bien principalmente esta forma de negocio se establece básicamente con los grandes vinos franceses, y más puntualmente los tintos de Burdeos (ejemplos: Château Latour, Château Margaux, Château Petrus, Château Cheval Blanc, Château Mouton Rothschild), es una práctica que, potenciada por el fuerte ingreso de China al mercado de consumo, se está extendiendo a productos provenientes de otras zonas y países, como los realizados en España, Italia, Estados Unidos y Australia.
Las casas de subastas y los particulares obtienen muy buenos dividendos con esta forma de inversión. Algún ejemplo tenemos en Argentina: un Catena Zapata Estiba Reservada 2002 fue vendido en una subasta en 2009 a ni más ni menos que $ 5.200. Esto llega a tal punto que existe un sitio web inglés especializado que se llama liv-ex.com, el cual recrea una especie de índice bursátil exclusivamente para el mundo del vino. Como un “Merval”, o un “Dow Jones”, pero vitivinícola.
S.W.A.G. ¿Qué significan estas siglas? Silver, Wine, Art, Gold (Plata, Vino, Arte, Oro) Estos son los objetos activos en los cuales los inversionistas encuentran una alta seguridad y solidez. Y como Usted notará, entre ellos se encuentra el vino. Por lo que entienden importantes expertos en economía y finanzas, es sólo una “cuestión de tiempo para que la práctica de la inversión en botellas de vino se extienda por el mundo, y llegue a regiones como Sudamérica”.
De hecho, lo califican como una de las inversiones más seguras y fuertes para 2013 y 2014, ya que se ha observado que los ejemplares de mayor demanda redituaron porcentajes de ganancia superiores a las acciones bursátiles o los bonos. Estamos refiriéndonos a índices que van desde un 25 hasta un 1.200 por ciento. Por supuesto que la paciencia es vital en este tipo de negocios, ya que son a mediano, largo, o muy largo plazo.
Afirman los expertos que el negocio cierra por todos lados: “En muchas ocasiones, los vinos son comprados en cajas de 6 unidades, y luego al momento de salir a la venta se adjudican en lotes de a dos o inclusive por unidad, por lo que se maximizan las ganancias”. En los últimos tres años, el valor promedio del segmento “Premium” subió un 75 %, y las comparaciones interanuales son siempre crecientes y positivas.
¿Cómo se vuelven a transformar en dinero esas botellas, una vez que llega el momento de concretar su venta? Se enfocan por diversos canales: desde martilleros especializados, hasta los clásicos sitios de subastas y mercado on-line, donde se compran y venden artículos de variada naturaleza, muy utilizados a diario por gran cantidad de personas en todo el mundo. Siempre de debe tener en cuenta que, como mínimo y básico, entre la compra y la venta de un vino deben mediar 5 años de guarda.
Todo lo anterior resulta apoyado y fomentado por la creciente expansión de la cultura del vino, el interés de los consumidores por los vinos de alta gama, los anhelos de los coleccionistas, la aparición de sectores de alto poder adquisitivo como compradores, el enoturismo, la gastronomía, las crisis de varios los “clásicos” mercados financieros, y hasta en algunos casos puntuales, los excesos de liquidez de dinero.
Un ejemplo concreto de un vino no-francés que entregó grandes márgenes de ganancia, lo plantea el Clos Erasmus 2004 de España, cuyo valor en su salida al mercado rondaba los 100 Euros, y hoy se vende hasta en 1.100 Euros, o incluso más. Una de las claves que garantizan el éxito de este tipo de negocios, tanto como saber vender, es saber comprar. Es un factor determinante, como se puede observar en el ejemplo anterior.
¿Y en Argentina? Tal como describíamos más arriba, no es hoy en día una forma de inversión difundida en el país, aunque si se cumple lo augurado por los especialistas, lo será en unos años, más teniendo en cuenta la creciente y sostenida calidad de los vinos argentinos. De todos modos, muchos inversionistas adquieren botellas de alta gama sabiendo que no van a llegar a ser ellos quienes las vendan, sino sus hijos.
Por; Diego Di Giacomo