Miami, lunes 5 de diciembre de 2022 (Por Martin Zilber *). Como residentes de larga data de Miami y específicamente de Grove la mayoría del tiempo, mi familia siempre ha valorado nuestros parques y recursos comunitarios. El cambio climático es un problema mundial y una verdadera preocupación; sin embargo, debemos reconocer también que tenemos más control de algunas cosas que de otras. Los espacios verdes están directamente a nuestro alcance y son un aspecto importante de nuestra calidad de vida. Por ello, todos debemos sentirnos consternados por el flagrante abandono que ha resultado en el deterioro desenfrenado de nuestro parque central de Grove, Regatta.
Regatta Park ha tenido un gran impacto en nuestro malecón, pero hemos dado prioridad a eventos lucrativos por sobre los recursos naturales, sin dar a nuestra tierra el tiempo de sanar. Caminen por este parque en un día cualquiera y el tema visual recurrente es evidente: amplias áreas de césped dañado, basura de drogas y alcohol, lodo seco, montículos de hormigas que pican y causan ronchas, servicios en mal estado, maltrato por parte de los vehículos de transporte y una total falta de cuidados críticos.
El maltrato de este parque se ha vuelto tan habitual que muchos amigos y residentes que piensan igual han comenzado a compartirme fotos de las farsas de las que son testigos. Algunos de los incidentes más vergonzosos han incluido un transportador de vehículos estacionado directamente sobre el sistema de riego, que se rompió bajo ese peso en octubre. El suceso automovilístico en cuestión utilizó todo el parque, incluyendo la sección de juegos para niños (en sí misma en un penoso estado de deterioro). Enormes vehículos incluso cerraron y bloquearon parcialmente la banqueta en Bayshore Drive, poniendo en peligro a los peatones y los ciclistas que tenían que esquivar y pasar entre las familias con niños y las personas mayores. Inmediatamente después de esto, hubo dos eventos seguidos: el Octoberfest el sábado y el Seafood Festival el domingo, que remataron lo que quedaba del césped y generaron un enorme hoyo de lodo en el centro del parque. Para colmo de males, el siguiente fin de semana, tuvimos un evento sin nombre que una vez más cerró el parque durante dos días y dejó el sistema de riego totalmente destruido. Es desgarrador ver cómo se maltrata una y otra vez este recurso natural que podría ser tan amado.
Los contribuyentes estamos invirtiendo en los servicios públicos de nuestra ciudad, específicamente para mantener nuestros parques para que no caigan en este estado. ¿Permitiría cualquiera de nosotros que un camión se estacione en su jardín y rompa su sistema de riego? ¿Aceptaríamos que la basura se derrame sobre nuestro patio y piscina? Entonces, ¿por qué deberíamos aceptar que esto le suceda a nuestro proverbial patio? ¡Este es un llamado a la acción!
Los parques son la primera línea, la primera impresión, tanto para residentes como para visitantes de la ciudad de Miami. Es, por ende, esencial que actuemos con responsabilidad e intención para asegurar que reciban mantenimiento. Debemos frenar este círculo vicioso, tanto por razones ambientales como sociales.
El problema no es uno de malas intenciones o maltrato intencionado por los involucrados, sino más bien un tema de desidia y priorización de lo urgente por encima de lo importante. Como es bien sabido que bromeaba Mark Twain: «Nunca dejes para mañana lo que puedas hacer pasado mañana.» Sin duda no soy la primera persona en traer a colación este tema, pero tengo la esperanza de que ahora logremos alcanzar un punto de acción colectiva.
Mi hijo se casó la semana pasada con una joven adorable y, como muchos padres, mi esposa y yo esperamos tener nietos algún día. Los hitos como este suelen poner las cosas en perspectiva y obligarnos a mirar hacia el futuro con mayor claridad. Me enorgullece nuestra ciudad por sus importantes logros en hacer que Miami sea el centro mundialmente reconocido que es en la actualidad y cada uno de nuestros funcionarios electos ha jugado un papel importante para este éxito. Pero la tarea de conservar nuestra forma de vida y dar prioridad a los espacios verdes está en primera línea para muchos de nosotros. Desde Gestión Urbana hasta Parques y Recreación, el Departamento de Policía y nuestras flotillas de Transporte, debemos decidir colectivamente hacer de esta meta compartida una de las prioridades principales. No dejemos que el Regatta Park zarpe hacia el horizonte; conservémoslo como símbolo de nuestro hermoso entorno.
(*) abogado y fue juez de tribunal de distrito y concejal electo del pueblo de Coconut Grove.