El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, describió ayer el presunto acoso a grupos conservadores por parte el Servicio de Impuestos Internos (IRS por su sigla en inglés) como “indignante” e intolerable, y llamó para que aquellos responsables “rindan cuentas”.
En declaraciones a los periodistas en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro británico, David Cameron, Obama indicó que el viernes se enteró de la situación de los informes de noticias. Afirmó que el IRS debe percibirse como que funciona con “integridad absoluta” para dar la confianza a la población de que aplica la ley “de una manera no partidista”.
“Si, de hecho, el personal del IRS participó en el tipo de prácticas que se han reportado y han acosado intencionalmente a grupos conservadores, entonces eso es indignante, no hay lugar para ello. Y ellos tendrán que rendir cuentas”, afirmó Obama.
El Presidente abordó el tema en medio de una creciente ola de protestas en el Capitolio por las revelaciones de que el Servicio de Impuestos Internos utiliza criterios ostensiblemente políticos para revisar a los grupos que solicitan la exención de impuestos.
En varios puntos en los últimos dos años, los funcionarios del IRS designaron para el escrutinio extensivo no sólo a grupos con tea party o patriota en su nombre, sino también a los grupos sin fines de lucro que criticaron al gobierno y trataron de educar a los estadounidenses acerca de la Constitución de EU, de acuerdo con documentos en una auditoría realizada por el inspector general de la agencia.
Los documentos, obtenidos por The Washington Post de un asesor del Congreso con conocimiento al respecto, muestran que la oficina local del IRS a cargo de las solicitudes de exención de impuestos decidió centrarse en los grupos que hacen declaraciones que “critican cómo se maneja al país” y aquellas involucradas en la educación de los estadounidenses sobre “la Constitución y la Carta de Derechos”.
Juliet Eilperin y William Branigin / The Washington Post