Por Eduardo A. Hapke/ Miami.
La cartera de clientes de UHY Macho & Asociados es de prácticamente todos los lugares del mundo. La pandemia ha cambiado la forma de hacer negocios.
Roberto Macho es managing partner de UHY Macho & Asociados, una compañía fundada en 1972 y que el año próximo cumple sus 50 años. La empresa se dedica a hacer consultoría para clientes internacionales en más de 100 países de todo el mundo. Este experto argentino, catedrático de varias universidades, también es el presidente de la Cámara Argentina Americana de Comercio de Florida.
Negocios Magazine conversó con Roberto Macho sobre las posibilidades de inversiones que ofrece Florida y como se están desarrollando los negocios postpandemia.
Negocios Magazine: Roberto, cuéntanos sobre tu empresa UHY Macho & Asociados. ¿Qué servicio brindan a las empresas?
Roberto Macho: Básicamente somos una empresa de contadores y asesores impositivos. Ofrecemos los servicios tradicionales, pero lo que en realidad nos diferencia es el enfoque y la atención que brindamos a los clientes internacionales, es decir, a clientes que operan en más de una jurisdicción.
Nuestro servicio abarca a empresas pequeñas, medianas o grandes. En un mundo de economía globalizada las denominadas PYMEs, pequeñas y medianas empresas, también salen e internacionalizan su operación, no se quedan solo en su país como antes. Por ello, dentro de nuestra cartera tenemos clientes de todo tipo y de todo tamaño.
Ahora bien, ¿por qué nos enfocamos en clientes que operan en más de una jurisdicción? Por ejemplo, si un empresario italiano consulta con una firma de contadores local, lo que esta le ofrece será un buen consejo para operar en Estados Unidos, siempre desde la perspectiva americana. Sin embargo, si el empresario tiene su casa matriz en Italia, seguramente lo que le van a decir es que consulte con su asesor en Italia. El empresario va a Italia, consulta y le dicen: “habría que cambiar esto”, pero en realidad el asesor italiano no sabe cómo impacta ese cambio en Estados Unidos. Lo que nosotros hacemos es ofrecer una estructura que funciona integralmente. Le permite al empresario optimizar el manejo de la carga impositiva global sin resignar eficiencia en la operación. Eso es algo que realmente valoran mucho las empresas que operan o desean operar en más de un país, dado que saben que es un verdadero dolor de cabeza carecer de una asesoría global e integrada.
NM: ¿No solamente atiendes a empresarios latinoamericanos, sino de todas partes del mundo?
RM: Sí, nosotros brindamos servicios a empresas de diferentes regiones del planeta. Así es que atendemos clientes de Latinoamérica, Europa, Medio Oriente y obviamente Estados Unidos en muy diversas industrias.
NM: ¿Qué le dirías a las empresas que quieren desembarcar en Estados Unidos? ¿Qué les recomendarías?
RM: Lo primero que les recomendaría es que no se dejen engañar con la idea de que Estados Unidos es parecido al lugar de donde ellos vienen, sin importar de dónde vengan, ni cuán familiarizados estén con este país. El ambiente de negocios de Estados Unidos y la dinámica de los Estados Unidos es diferente a casi cualquier lugar del mundo.

NM: ¿Cuál es la diferencia fundamental?
RM: La manera de hacer negocios. Hay un tema de entorno cultural que es totalmente diferente al resto del planeta, de la misma manera que ocurre en Japón o China, por ejemplo. Lo que pasa es que cuando uno va a China, desde que uno desembarca en el aeropuerto, claramente nota que está en un país diferente. Acá, en cambio, la gente está muy familiarizada con el país a través del cine, a través de las visitas de vacaciones. Por eso a muchos no les parece tan diferente. Piensan que es lo mismo, sobre todo si vienen de Europa mediterránea o de Latinoamérica y entran por Florida, en donde se siente la familiaridad de la cultura latina, el idioma, etc.
Ese es el primer gran error: creer que la fórmula de éxito de su país puede funcionar también en Estados Unidos. Pero aquí la dinámica es totalmente diferente. Lo mismo pasa con el americano que sale de Estados Unidos y trata de utilizar su misma fórmula en otros contextos económicos o de negocios. Va a fallar, a menos que sepa adaptarse.
NM: ¿Por qué algunas empresas que son exitosas en su país de origen terminan siendo un fracaso aquí?
RM: Se equivocan en creer que están trabajando en el mismo contexto y en no saber adaptarse al sistema o al contexto local. Hay infinidad de casos que son muy exitosos en determinados lugares y luego no funcionan en Estados Unidos. Esto también pasa exactamente al revés: Mc Donald ’s, por ejemplo, en Argentina tuvo que adaptarse y ofrecer un desayuno “argentinizado”, porque el desayuno americano nunca les iba a funcionar.
NM: ¿Qué le aconsejas al empresario? ¿Primero analizar si el negocio puede funcionar o que haga un estudio de mercado, por ejemplo?
RM: Lo primero que hacemos es tratar de abrirles los ojos para que sepan que se están metiendo en un ambiente que ellos no conocen. El punto es que hay muchas más cosas que uno no conoce que las que conoce. Pero dentro de las que uno no conoce hay de dos tipos: están las que uno sabe que no conoce y eso no es tan peligroso, porque si eres consciente de lo que ignoras, buscas asesoramiento. Pero si no sabes que no sabes, cometes errores porque no tomas la precaución de buscar a alguien que te oriente profesionalmente sobre el tema. Nosotros le vamos abriendo los ojos a nuestros clientes, hasta donde sea posible, para que no cometan errores. Cuando vienen con ideas muy innovadoras, que pueden funcionar o no, ahí sí le sugerimos que hagan una prueba de mercado con alguien que conozca de esa área, para minimizar el riesgo de pérdidas.
Este es un país que ofrece muchas ventajas para desarrollarse y para hacer que un negocio funcione, no tengo ninguna duda de eso. Pero, en general, los errores salen muy caros. Entonces es mejor empezar con prudencia, pensarlo bien y comenzar con algo pequeño, lo más pequeño posible. Siempre hay errores cuando alguien hace algo por primera vez, pero si son sobre una operación pequeña habrá posibilidad de ajustar el rumbo, en cambio, si el error se comete sobre una inversión muy importante puede significar el final del negocio y llevar a la bancarrota.
NM: ¿Y también ofrecen asesoramiento legal en algunos casos?
RM: En Estados Unidos hay desde hace muchos años un debate permanente sobre si se pueden juntar bajo un mismo techo firmas de contadores y de abogados, y como resultado de ello no hay operaciones mixtas. Sin embargo, trabajamos muy de la mano con bufetes de abogados. Tratamos siempre de acompañar a los clientes en todo el proceso.
NM: ¿Están viniendo inversiones de algún sector en especial para instalar su empresa en Estados Unidos?
RM: Veo que en Latinoamérica se está viviendo un momento de mucha crisis política, más que económica, en muchos países. Por lo tanto, hoy en día México, Colombia, Argentina, Chile, Perú y Brasil, en buena medida, están preocupando mucho a la gente que siempre invirtió en esos países. Por tal motivo hay un flujo de salida de allí, no te diría que, a cualquier costo, pero sí que tratan de diversificar su portafolio de inversión y a Estados Unidos se lo percibe como una reserva de valor.
En muchos casos, el sur de Florida se está convirtiendo en una puerta de entrada a Estados Unidos, no solo desde Latinoamérica, como era tradicionalmente, sino desde varios países de Europa. Muchos países que antes preferían entrar por New York hoy prefieren entrar por el sur de la Florida porque entienden que los costos son más razonables y que culturalmente hay un poco más de afinidad. En Nueva York las barreras de entrada son bastante más altas.

NM: ¿Hay más consultas de empresarios argentinos que quieren invertir aquí?
RM: Las consultas se dispararon a partir de las elecciones primarias de agosto de 2019 y se fueron intensificando. Hoy estamos casi en un récord de gente que está examinando la posibilidad de distribuir el riesgo de su empresa poniendo “una pata” en Estados Unidos. Saben, además, que este país tiene condiciones impositivas mucho más favorables que Argentina. Y bueno, de alguna manera, también hay muchos empresarios que están evaluando seriamente la posibilidad de trasladar su residencia fiscal a los Estados Unidos.
NM: Respecto de la Cámara Argentina Americana de Comercio de Florida. Como presidente, ¿cómo ves el trabajo de la Cámara?
RM: La Cámara es un desafío, te diría, personal, porque ya es una entidad madura que en Estados Unidos supera los 30 años de existencia. El presidente anterior logró darle un nuevo dinamismo y ahora yo estoy trabajando en conjunto con el directorio que me acompaña para llevarla al siguiente nivel. Busco que realmente haya un impacto y se genere un beneficio a la comunidad argentina y latinoamericana en el sur de Florida, tanto en la facilitación de los negocios como en la contribución a la responsabilidad social que cada uno de nosotros nos debemos.
NM: ¿Qué cambió la pandemia en materia de consultas y negocios?
RM: Todas las crisis generan preocupación y también oportunidades. Particularmente por la globalidad del alcance de la pandemia y la incertidumbre que trajo aparejada en los negocios y la economía ha despertado una gran cantidad de consultas. En una primera instancia el foco fue buscar ayuda para enfrentar una situación sin precedentes, al menos en la vida de quienes tuvimos que pasar por esto. Luego nuestro apoyo fue requerido para adaptarse al nuevo escenario y aprovechar las oportunidades que se abrían.
El éxito del ser humano a lo largo de su historia se basa en su adaptabilidad y la búsqueda de soluciones. Nunca tuve dudas de que la resiliencia de nuestras sociedades iba a permitir un resurgimiento, y a eso nuestra firma apuntó y apunta. Lo importante es entender que la única certeza que tenemos por delante es que todo va a cambiar. En base a eso es que proyectamos escenarios basados en nuestra experiencia que nos permiten apoyar a nuestros clientes en las decisiones estratégicas para buscar el rumbo más adecuado para cada circunstancia.
Informe: Daniela Pastori
Fotos: Alberto Panick