ROMA, Italia – El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi fue condenado por el Tribunal de Milán a siete años de prisión y a inhabilitación perpetua para el ejercicio de un cargo público por el caso Ruby, en el que se le juzgaba por abuso de poder e incitación a la prostitución de menores.
Condena para el ex primer ministro
Las juezas del tribunal que ha juzgado en primera instancia a Berlusconi desde abril de 2011 dictaron una condena para el ex primer ministro italiano superior a los 6 años de prisión que había solicitado la fiscal, Ilda Boccassini.
Tras 27 meses de proceso y 50 audiencias, se reunieron para deliberar los jueces de Milán después de que la fiscal Ilda Boccassini solicitase para Berlusconi seis años de prisión e inhabilitación de por vida de cargo público.
Boccassini justificó su solicitud de cárcel para el exjefe del Ejecutivo italiano al asegurar que «no existe duda» de que la joven marroquí Karima El Marough, conocida como Ruby, «había mantenido sexo con Berlusconi y había obtenido beneficios a cambio» cuando aún no había cumplido 18 años.
El pasado 3 junio los abogados de Berlusconi pidieron la absolución total de su cliente debido a que los «hechos imputados no existen» en el caso de la prostitución de menores.
Mientras que sobre el abuso de poder consideraron que «no todas las acciones realizadas por un funcionario público son acciones contra la administración pública».
Prostitución organizada
Si Boccassini había considerado que a las fiestas de la mansión de Berlusconi en Arcore, se invitó a chicas «que formaban parte de un sistema de prostitución organizado para la satisfacción del placer sexual» del político, los abogados de Berlusconi hablaron de «cenas elegantes y normales».
Los letrados reiteraron que el primer ministro «estaba convencido» de que Ruby era egipcia, pariente del entonces presidente de este país, Hosni Mubarak, y que era mayor de edad, y que en ningún momento hubo relaciones sexuales.
Según escribe el diario La Repubblica ante una condena, Berlusconi reaccionará de dos maneras: con apariciones televisivas en los próximos días en las que intentará demostrar su inocencia, pero también «metiendo presión» al Ejecutivo de coalición del que su partido, el Pueblo de la Libertad, forma parte.
Tras la sentencia, Berlusconi también tiene pendiente la resolución, se espera que en octubre, del Tribunal Supremo sobre su condena por fraude fiscal en el caso Mediaset a cuatro años de cárcel (que no tendría que cumplir porque se le quedarían en uno) y a cinco de inhabilitación en el ejercicio de cargos públicos que sí tendrá que cumplir.
Pero además, a finales de mes comenzará la audiencia preliminar del juicio por la supuesta compra en 2007 del senador Sergio De Gregorio para hacer caer al Gobierno de Romano Prodi.
También el exprimer ministro italiano tiene pendiente el juicio en apelación tras la condena a un año de cárcel por violación del secreto de sumario en la instrucción del caso Unipol, al publicar ilegalmente las escuchas telefónicas en el diario Il Giornale, propiedad de su hermano Paolo.
© EFE