Miami, 26 de agosto de 2013, Argentina seguirá pagando normalmente su deuda pública, pese a un fallo de la justicia de Estados Unidos en favor de los fondos especulativos, afirmó el domingo el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.
«Vamos a seguir pagando (la deuda) como lo hemos hecho hasta ahora, en los mismos términos», dijo Lorenzino en unas declaraciones a la agencia estatal Télam.
La medida judicial está por el momento en suspenso a raíz de una apelación argentina ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Lorenzino dijo que la decisión del viernes del Tribunal de Apelaciones de Nueva York de ratificar que el país debe pagar el 100% de una deuda en efectivo a fondos que Argentina denomina «buitres», es «un intento de llevar al país de vuelta al 2001».
Aquel año, en medio de la peor crisis histórica de la nación sudamericana, un gobierno efímero de una semana declaró la moratoria por casi 100.000 millones de dólares.
La reestructuración de los bonos de aquel ‘default’ fue emprendida por los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Kirchner (2007-2011 y reelegida por otros 4 años), con un 93% de aceptación de los acreedores.
Un 7% de bonistas rechazó la reestructuración y reclama cobrar en un solo pago el 100% de bonos, exigencia que fue aceptada por un juez de primera instancia y por el Tribunal en el caso de los fondos litigantes NML Capital y Aurelius.
El Tribunal rechazó la propuesta argentina de pagar a los querellantes bajo las mismas condiciones que los restantes acreedores.
«Somos respetuosos de los sistemas judiciales. Pero les damos un mensaje claro al 93% de bonistas italianos, alemanes, norteamericanos y argentinos que entraron en los canjes de deuda, al decir que seguiremos cumpliendo los pagos», dijo Lorenzino a la Televisión Pública. El ministro afirmó que «no va a cambiar la política de no pagarle a los ‘fondos buitres’ algo distinto al 93% que confió en el país».
«Si les pagáramos a los ‘buitres’, tendríamos una catarata de demandas de los que entraron al canje», dijo por su parte el viceministro de Economía, Axel Kiciloff.
Los abogados de Argentina habían argumentado ante el Tribunal que un fallo desfavorable podría afectar futuras refinanciaciones de deuda, como las que consiguieron Grecia y otras naciones europeas.
Si el fallo quedara firme, Argentina debería compensar al resto de los acreedores del mismo modo que a los litigantes, por lo cual quedarían nulas las reestructuraciones de 2005 y 2010.
La deuda argentina asciende a 197.000 millones de dólares, un 44% del producto interior bruto, pero el mayor acreedor es el sector público y sólo el 18% corresponde a tenedores privados y organismos multilaterales, según el ministerio de Economía.
AFP