Redacción/ Miami.
Tesla ha vivido un año complicado. A lo largo de los últimos dos años, la compañía automovilística ha vivido un vaivén de emociones en su contabilidad. La compañía no ha acabado de arrancar, a pesar de las expectativas que sus modelos eléctricos habían creado entre los inversores. Finalmente, Elon Musk se propuso un reto: cerrar el tercer trimestre en positivo y lo ha cumplido, a pesar de que los números generales siguen siendo negativos. Tesla alcanzó un beneficio de 254 millones de dólares, una pequeña cura respecto a los 670 millones perdidos hace un año.
Sin embargo, en los primeros nueve meses de 2018 la compañía de Elon Musk acumula pérdidas por un valor de 1.270 millones de dólares. Para hacer frente a esta cifra, Tesla consiguió un incremento del 130% en sus beneficios, gracias a la entrada en producción del Model 3. En total, Tesla ensambló 80.140 unidades, un 50% más que en el segundo trimestre. De los más de 80.000 vehículos producidos, 53.240 vehículos pertenecen a la categoría Model 3. Su ritmo de producción ha sido muy fuerte en las últimas semanas, alcanzando los 5.300 vehículos cada semana. Si nos fijamos en dos de los vehículos más promocionados por la marca, la combinación del todocamino X y el sedán S obtuvo una producción que superó en un 80% la producción de 2017.
La bolsa recibió bien los datos de Tesla. Las acciones de la compañía elevaron su valor en un 12% después de que la compañía presentase los resultados. En la jornada previa el crecimiento fue de un 13%. Estos resultados son muy buenos para la compañía de Elon Musk que había visto cómo la confianza de los inversores se había perdido durante los últimos meses.