Redacción/ Miami.
La última vez que se realizó el torneo de fútbol fue en 1988, cuando el país teutón estaba dividido y fue Alemania Occidental el país organizador, dejando como campeón a Holanda y de goleador al histórico Marco Ban Basten. Ahora Alemania va por la revancha a pesar de ciertas polémicas que han afectado a su selección y federación recientemente.
La buena situación que vive el país europeo, sumado a la impecable Copa Mundial de 2006, en la que Alemania fue anfitriona, influyó en la votación realizada por el comité ejecutivo de la UEFA, la cual fue contundente: de 17 votos, Alemania obtuvo 12, Turquía 4 y hubo 1 abstención.
A pesar de que el fútbol alemán ha estado bajo polémicas recientemente, debido a la renuncia del mediocampista del Arsenal, Mezut Özil a la selección por episodios racistas, según él, debido a su herencia turca, y el papelón que hizo Alemania en la pasada Copa Mundial en Rusia, donde fue eliminada en la primera ronda, la noticia divulgada por Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, es un gran respiro para los teutones.
“El procedimiento fue transparente, la votación fue democrática. Toda decisión democrática es la decisión correcta”, anunció Ceferin. “Sé que Alemania será un anfitrión fantástico y que veremos un torneo maravilloso dentro y fuera de la cancha”, añadió.
Turquía recibe esta noticia con decepción y tristeza, ya que era el otro país candidato a ser la sede del torneo, y es una derrota más, ya que este es el cuarto intento frustrado, tras haberse postulado en 2008, 2012, 2016 y ahora, 2024.