Redacción/ Miami.
Julian Assange seguirá viviendo en la embajada de Ecuador en Londres, según ha informado el gobierno del país sudamericano, tras mantener una serie de conversaciones con el refugiado de la justicia de Reino Unido desde el año 2012. Sin embargo, las condiciones para el fundador de Wikileaks cambiarán enormemente si Assange decide responder que sí a la propuesta del nuevo gobierno ecuatoriano, a cambio de que la embajada le devuelva la conexión a internet y mantenga la protección al hacker sueco.
El cambio de las condiciones impuestas por Ecuador a Assange proviene de dos vías. En primer lugar, el cambio de gobierno en Quito. Ecuador cambió de presidente y de forma de entender la geopolítica internacional. El nuevo presidente ecuatoriano, Lenin Moreno, resultó ser un político que no seguía las acciones políticas impuestas por el anterior dirigente del país, Rafael Correa. En ese sentido, Moreno tampoco quiso proteger con la determinación existente hasta el fin del gobierno de Correa a Assange. En segundo lugar, Assange utilizó sus redes sociales para entrometerse y opinar sobre la política interna de diversos países, entre ellos España, en el momento en el que se discutía en el país europeo sobre una posible independencia de Catalunya. Esa fue la excusa que se le apareció al gobierno ecuatoriano para exigir la firma de rígidas condiciones a Assange si éste desea seguir bajo el amparo de la diplomacia del país latinoamericano.
“El incumplimiento de las obligaciones que constan en este Protocolo Especial por parte del asilado podrán dar lugar a la terminación del asilo diplomático por parte del Estado ecuatoriano, con arreglo a los instrumentos internacionales pertinentes. El Estado ecuatoriano se reserva el derecho de aceptar o rechazar las explicaciones que pueda dar por escrito el señor Assange”, finaliza la nueva disposición del Gobierno de Lenin Moreno.