Redacción/ Miami.
China comienza a tomar decisiones en relación a la subida de aranceles impuesta por el gobierno estadounidense de Donald Trump. El gigante asiático ha decidido dejar de comprar petróleo a Estados Unidos, por lo que se comienzan a ver claramente algunas consecuencias derivadas de la guerra comercial impulsada por Estados Unidos. Esas batallas comerciales, con los aranceles como armas, podrán tener influencia en la economía de todo el planeta.
Quien hizo el anuncio fue el presidente de la empresa China Merchants Energy Shipping Co, Xie Chunlin. Aunque el petróleo no está incluido en la lista de los productos con nuevos aranceles, los importadores de China han comenzado a negarse a la compra de petróleo en Estados Unidos. El propio Xie Chunlin ha asegurado que China ha dejado de comprar soja en Estados Unidos para hacerlo en otros países de América Latina. Este tipo de movimientos en la compra de productos puede afectar tanto positiva como negativamente en otros países de la zona. Por ejemplo, la soja es uno de los productos que más necesita el gigante asiático. En ese sentido, el cambio de “tienda” en la que comprar la soja puede favorecer otras economías del continente.
Lo que le preocupa al empresario chino es que la reducción de compra de petróleo en Estados Unidos pueda afectar al sector del transporte del gigante asiático. Estados Unidos ha potenciado desde hace años su industria del fracking, generando una mayor cantidad de petróleo que ha vendido a diversos países, como China. Este cambio en el panorama debe ser absorbido por el sector energético del país.