La familia encabezada por el fallecido presidente Néstor Kirchner y la actual mandataria Cristina Fernández construyó una bóveda de seguridad de grandes dimensiones en su propia casa de El Calafate, en donde podría guardar hasta 3.000 millones de euros, según confirmó a la TV local el arquitecto que planificó la vivienda, Antonio Cañas.
El profesional que diseñó y construyó la mansión del matrimonio presidencial aseguró que ambos miembros de la familia le pidieron, a través de un secretario, diseñar la bóveda, ubicada en la planta baja de la residencia, junto a un gimnasio personal en el que la presidenta hace gimnasia frente a unos cinco televisores, según confirmó anoche el programa Periodismo Para Todos (PPT), conducido por Jorge Lanata.
La bóveda familiar tiene dos metros de ancho, por uno de profundidad, y 2,5 metros de alto. Cañas informó que, en 2002, uno de los secretarios de los Kirchner, Ricardo Barreiro, le informó que iba a necesitar «un lugar para guardar documentos» y que, por eso, debió modificar el plano, para que el ex presidente pudiera ingresar «parado» a la bóveda de seguridad. Néstor Kirchner ya era entonces candidato a la presidencia de la Nación. En declaraciones al PPT, Cañas aseguró que Barreiro le dijo que instalarían allí una puerta blindada de unos 13.000 dólares.
La existencia de bóvedas para guardar dinero era un rumor que corría desde hace años en San Cruz, la provincia patagónica de la que los Kirchner son oriundos. El ex vicegobernador en la administración de Néstor Kirchner como Gobernador de Santa Cruz, Eduardo Arnold, ya había dado cuenta al programa de la existencia de ese ambiente: «Cada bóveda debe ser como media habitación grande«, había dicho. También la ex secretaria de Néstor Kirchner había confirmado la existencia de ese espacio.
El programa televisivo recreó la bóveda en tamaño real, incluyendo las cajas fuertes en su interior con euros dentro. Según Lanata, en una bóveda de esas dimensiones es posible guardar hasta 3.000 millones de euros, en billetes de 500 euros cada uno.
El escenario
Las nuevas revelaciones ocurren en el marco de denuncias por el presunto lavado de dinero por parte del empresario Lázaro Báez, íntimo amigo y socio del matrimonio presidencial.
Báez habría sacado del país unos 55 millones de euros no declarado a través de «entre 40 y 45» sociedades constituidas en Panamá y otros paraísos fiscales, según confesó a las cámaras Federico Elaskar, un joven financista titular de SGI, una compañía financiera no autorizada para operar a través de la cual se habrían realizado las operaciones con el exterior.
La denuncia tomó tinte masivo cuando otro joven empresario, Leonardo Fariña, esposo de la modelo Karina Jelinek, confesó en una presunta cámara oculta realizada por el programa de Lanata haber actuado de ‘valijero’, coordinando, en vuelos privados, el traslado de los euros desde la provincia patagónica de Santa Cruz, de donde Báez y la familia Kirchner son oriundos, a la financiera SGI.
Las sospechas también recaen sobre Fabián Rossi, el marido de la actriz y vedette Iliana Calabró, muy conocida en el ambiente del espectáculo, quien habría gestionado la creación de sociedades en Panamá para SGI y Báez, y de esta manera fugar el dinero de la Argentina hacia paraísos fiscales.