Miami, 20 de septiembre 2013. Más de 51 millones de seguidores en las redes sociales tiene Li Kaifu, un empresario del mundo tecnológico que arrasa en Internet en China.
A su éxito han contribuido no sólo sus consejos económicos y sus críticas al Gobierno, sino también sus ideas sobre el éxito, la innovación y la búsqueda de la felicidad.
Es difícil encontrar a un empresario tan influyente en el mundo occidental. Por poner un ejemplo, el más seguido en Twitter es Bill Gates, que tiene cerca de 13 millones de seguidores, es decir, una cuarta parte de los que amasa Li Kaifu. El Confidencial dibuja un perfil de este empresario tan mediático.
Nacido en Taiwán, a los 11 años se mudó a Estados Unidos, donde más tarde estudió Ciencias de la Computación en la Universidad de Columbia y en la Universidad Carnegie Mellon. En los 90 pasó al mundo de la empresa de la mano de Apple, donde trabajó como investigador científico (su gran especialidad es el reconocimiento de voz) y participó en proyectos como Quick Time, Quick Draw 3D, la consola de Apple o PlainTalk. Aunque su padre fue un destacado político e historiador, los chinos identifican su carrera profesional con la de una persona hecha a sí misma que ha triunfado por méritos propios.
A sus 51 años, este hombre (también escrito Kai-Fu Lee) es una de las grandes estrellas del mundo tecnológico chino. Gracias a la experiencia que ha acumulado tras trabajar durante las últimas dos décadas para Apple, Microsoft y Google, sus reflexiones sobre el futuro de Internet, las mejores aplicaciones móviles o la financiación de las pequeñas empresas corren como la pólvora por las redes sociales.
De hecho, antes de que las redes sociales le convirtieran en un fenómeno de masas, una disputa entre Microsoft y Google lo lanzó al estrellato. Li Kaifu había trabajado para la primera desde 1998, pero en julio de 2005 Google decidió ficharle ofreciéndole una remuneración de u$s10 millones. Ambas querían ponerle al frente de sus proyectos en China. Sin embargo, el contrato de Li con Microsoft incorporaba una cláusula que le impedía realizar el mismo trabajo en otra empresa durante el primer año de su partida, lo que acabó enfrentando a las dos empresas en los juzgados.
Además de sus conocimientos profesionales, Li Kaifu ha añadido otro elemento a la receta del éxito 2.0: sus consejos sobre la felicidad.
En cierto sentido, se lo podría considerar una mezcla entre Steve Jobs y Paulo Coelho. En su cuenta de Sina Weibo, la red social por excelencia en China, el empresario invita a sus seguidores a perseguir sus sueños, a abandonar la pasividad y a no competir con los demás, sino consigo mismos.
En el 2004, escribió una larga carta dirigida a los jóvenes en la que les animaba a abandonar el rígido sistema educativo chino, a pensar por sí mismos, a poner pasión en sus vidas y a buscar el equilibrio entre trabajo y familia. Desde entonces, cada vez que da una charla en una universidad china, el campus acaba colapsado por las decenas de miles de estudiantes que quieren escuchar en persona a este gurú espiritual y profesional.
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