Redacción/ Miami.
Lo imposible se vuelve posible en ocasiones. El presidente de Estados Unidos y el de Corea del Norte mantendrán una reunión en mayo para conversar acerca del desarrollo nuclear del país asiático y lograr un acuerdo entre ambos países para estabilizar la zona. La cumbre todavía no tiene fecha ni lugar, pero ambos líderes han accedido a una vía diplomática que podría romperse definitivamente en el caso de que exista un fracaso en esta reunión.
Corea del Norte anunció durante esta semana que se mostraba dispuesto a negociar la desaceleración de su programa nuclear, algo que le han pedido desde diferentes voces. Eso sí, todavía no se sabe exactamente lo que exigiría el Gobierno de Pyongyang ni lo que propondría Estados Unidos. Cabe esperar que el acuerdo al que aspira Corea del Norte se basa en el levantamiento del embargo comercial y las sanciones que ha sufrido el país asiático desde que comenzara a ejecutar su plan nuclear.
“No vamos a cometer los errores del pasado. Hemos revisado lo que se hizo en anteriores negociaciones y todas condujeron a una distensión; se hacían concesiones a cambio de mantener el diálogo. Pero esta vez el presidente tiene claro que no dará ninguna recompensa a Kim Jong-un”, ha señalado un portavoz de la Casa Blanca. Este plan podría parecerse al que ejecutaron desde la administración estadounidense con Irán, país que también posee una gran fuerza armamentística y que se logró un buen acuerdo comercial a cambio de frenar su desarrollo nuclear.