Redacción/ Miami.
El Instituto Baker para Políticas Públicas de la Universidad de Rice en Houston lo tiene muy claro: el nuevo acuerdo comercial entre EEUU, México y Canadá, denominado T-MEC, mantiene las líneas rojas del anterior acuerdo que unía a los tres países.
El anterior tratado había sido firmado en 1994 y desde entonces permanecía vigente, con una característica muy concretas: el fomento del intercambio comercial entre los tres países norteamericanos. Ese hecho ha provocado que los tres países se beneficiaran enormemente del tratado, aunque México ha sido la nación más competitiva debido a los salarios más bajos de sus empleados que hacen que los productos de este país sean más competitivos.
El T-MEC se refrendó en el mes de noviembre pasado en el marco de la Cumbre del Grupo del G-20, en Argentina, y el objetivo es que sea ratificado por los congresos de los países firmantes con una fecha concreta para que entre en vigor: el 1 de enero de 2020. Esta firma sería el fin de un “efecto escalofriante” sobre la inversión y la contratación generados por dos años de incertidumbre sobre el futuro del TLCAN, según el informe del Instituto Baker.
El TLCAN tenía 25 años y una gran necesidad de modernización, según el informe del instituto Baker. Para ello, el nuevo acuerdo ha incluido dentro de su pacto diversos sectores económicos de la industria, como el comercio electrónico, el trabajo y el medio ambiente.