¿Puedes dejar tu celular para descansar? ¿Cuánto tiempo dedicas a estar revisando correo y mensajes? ¿Lo primero que haces al despertar es agarrar tu teléfono? ¿Estás mirándolo durante la comida o la cena? Mejor aún, ¿no te puedes despegar de él durante las vacaciones?
Es importante reflexionar sobre el uso obsesivo que se le da a este tipo de dispositivos.
Así las cosas, participa y realiza una campaña en tu casa: ‘Apague el celular”.
La idea, es tener un día completo para compartir en familia, con amigos y con la naturaleza; pero, sobre todo, para entender que hay un mundo real y sorprendente fuera de la pantalla de esa clase de auriculares.
Y es que, según las estadísticas, las nuevas tecnologías han alterado y desatado la violencia de los miembros del hogar. Se presume que muchos disgustos están relacionados con el uso excesivo y obsesivo de artículos tecnológicos.
La tecnología incrementa la irritabilidad y el estrés
Argumentan que la dependencia a la tecnología incrementa la irritabilidad y el estrés, reflejados en las relaciones dentro del hogar.
¿Cuántas veces hemos entrado a un restaurante o a una cafetería y al mirar alrededor vemos personas presas de la tecnología? Y cuando decimos presas, es porque estar pegados al teléfono se ha vuelto una adición que va más allá de nuestra voluntad. La comunicación cara a cara parece haberse perdido en algún instante del siglo XXI, en el cual dejamos de disfrutar de una rica comida, con una buena compañía, por estar al pendiente de alguna red social.
No es que estemos en contra del avance tecnológico. Todo progreso es bueno. Pero existen momentos para todo ¿Acaso es imposible disfrutar de un rico platillo usando las dos manos?
En Japón usar el celular en algún establecimiento de comida es una falta severa. En todo momento tu celular debe permanecer en “modo cortés”. No debes tomar llamadas si estás en una cafetería o un restaurante. Si algún celular suena, el dueño se sentirá avergonzado y lo silenciará o tomará rápidamente la llamada, explica Satomi Sugiyama, profesora adjunta de la Escuela Franklin en Suiza.
El avance acelerado y descontrolado de la tecnología ha obligado a muchos locales a ir a paso apresurado en su estructura. Ahora muestran el menú en iPads o en códigos de barra para que usuarios puedan descargarlo en su Smartphone ¿Será esto lo correcto? Otros locales más osados le apuestan al compartir, a la comunicación personal y al calor humano por encima de la tecnología.
Un restaurante en Los Ángeles, Estados Unidos, parece estar alentando a sus comensales de la manera correcta, ofreciéndoles un descuento del 5% sólo por dejar su celular en la recepción ¿Te parece imposible? Según el chef de Eva, nombre del local, lo único que buscan con esta iniciativa es volver a conectar a la gente con el mundo real, señaló en declaraciones a CNN Money.
SI bien la tecnología nos ha brindado muchos beneficios y comodidades, no hagamos de ella un problema de convivencia. Si estas esperando una llamada importante, mantente alerta. De lo contrario ¿Por qué no desconectarse del teléfono y conectarse con la comida? ¿Tú estarías dispuesto a guardar tu celular por una hora?
La tecnología invadió y rebasó los límites del comportamiento humano, prueba de ello es la nomofobia o miedo irracional a estar sin el teléfono móvil.
Se trata de un trastorno que se sufre, sin saberlo, al menos la mitad de la población. “Cuando nos quedamos sin batería después de pasar todo el día fuera de casa, y una sensación de ansiedad nos invade y nos hace desear intensamente el momento en que volvamos a enchufar el teléfono móvil a la corriente.
El término proviene del anglicismo «nomophobia» (no-mobile-phone-phobia). La dependencia al dispositivo electrónico genera una infundada sensación de incomunicación en el usuario cuando este no puede disponer de él, bien porque lo haya dejado olvidado en casa, porque se haya agotado su batería o esté fuera de cobertura.