Miami, 8 de octubre de 2013. Planificar para sus necesidades futuras de vivienda debe ser una de sus primeras prioridades ya que el lugar donde usted viva durante su jubilación afectará no sólo su ingreso, sino también su bienestar emocional, social y físico.
Esta es una parte muy importante de su estrategia general para la jubilación. Mientras el costo de poseer una casa no ha subido tanto como el costo del cuidado médico, en muchas regiones es alto.
Los costos de calefacción y aire acondicionado para una vivienda también se están incrementando rápidamente. Los servicios y las cuotas de mantenimiento, los honorarios de condominio, los impuestos de vivienda y el seguro son otros costos que se ven afectados por la inflación.
Algunos tipos de vivienda para personas de edad avanzada en los Estados Unidos incluyen: Comunidades de jubilación de vida independiente, diseñadas para personas de edad avanzada razonablemente sana, a menudo requieren una cuota inicial grande, por ejemplo $120,000, y luego unos honorarios mensuales de $2,000 o más. Hogares para ancianos: Ahorrar para pagar un hogar para ancianos, cuyo costo promedio en el 2009 era de $219 diarios por una habitación privada, podría hacerlo sentir económicamente más seguro. Esta es una alternativa para personas quienes debido a sus circunstancias no pueden vivir solas ni con sus familiares.
Con costos médicos y de vivienda consumiendo una gran parte del presupuesto durante la jubilación, no es de extrañar que se hayan creado productos y servicios para ayudar a planificar y a administrar estos gastos.
En especial, los crecientes costos en asistencia médica podrían consumir todo el dinero que ha ahorrado para la jubilación. Uno de los productos que se ha creado más recientemente son los seguros de cuidado a largo plazo, que puede proteger los activos de los jubilados pagando por asistencia médica en un hogar para ancianos y a veces en su propio hogar.
Las primas varían según los rasgos que usted elige, como por ejemplo, la cantidad de prestación diaria pagada y protección contra la inflación. Las primas promedio anuales para una persona de 60 años son de unos $2,300. Si compra dicho tipo de póliza a una edad más avanzada, las primas serán más altas. Si tiene pensado adquirir una póliza, asesórese bien porque el cuidado a largo plazo es un producto nuevo y algunos titulares de pólizas pueden encontrar que la cobertura no es lo que necesitan.
Para cubrir estos gastos futuros, algunas personas cuya edad de jubilarse está cercana comienzan un fondo de ahorros especiales para el cuidado de salud, separado de sus ahorros para la jubilación. Un ejemplo de este tipo de cuenta es la cuenta de ahorros para cuidado de salud (HSA, por sus siglas en inglés), la cual está diseñada para ayudar a algunos empleados a ahorrar para gastos médicos futuros calificados, exento de impuestos.
Básicamente, HSA es una cuenta de ahorros en la cual usted puede depositar dinero para el futuro. Si usted tiene un plan de salud con un deducible de por lo menos $1,200 (para cobertura individual) o $2,400 (para cobertura familiar), usted podría abrir una cuenta HSA. Las personas que no tienen un plan de salud en el sitio de trabajo, pueden abrir una cuenta HSA con algunos bancos, compañías de seguros y otras entidades aprobadas.
Estas cuentas pueden recibir contribuciones de usted, su empleador o hasta un miembro de familia de su parte. Usted puede usar los fondos de un HSA para ayudar a pagar futuros gastos médicos y el dinero en su cuenta se puede transferir de año a año. Además, este tipo de cuenta es portable; lo cual quiere decir que permanece con usted en caso de que cambie de empleador hasta que llegue el momento de su jubilación. Para enterarse más sobre los criterios de cuenta de ahorros de salud, consulte la sección de Recursos. Volviendo a las hojas de cálculo, seleccione ahora la pestaña de la Hoja de cálculo de gastos y empiece a anotar sus gastos actuales y lo que serán sus gastos durante la jubilación.
La seguridad financiera en la jubilación no ocurre por sí sola. Se necesitan planificación y compromiso y, sí, también dinero.
Datos
- Menos de la mitad de los ciudadanos estadounidenses han calculado cuánto necesitan ahorrar para su jubilación.
- En 2010, el 30 por ciento de los trabajadores de la industria privada con acceso a un plan de aportes definido (tal como un plan 401(k)) no participaron.
- El ciudadano estadounidense medio pasa 20 años en la jubilación.
El ahorrar dinero para la jubilación es una costumbre que todos podemos tener. Recuerde…¡Ahorrar Sí Importa!
1. Comience a ahorrar, siga ahorrando y mantenga sus objetivos.
Si ya está ahorrando, ya sea para su jubilación u otro objetivo, ¡siga haciéndolo! Usted sabe que el ahorro es un hábito compensador. Si no está ahorrando, ha llegado el momento de comenzar a hacerlo. Comience con poco si es necesario e intente aumentar la cantidad que ahorra cada mes. Cuanto antes comience a ahorrar, más tiempo tendrá su dinero para crecer (vea el cuadro a continuación). Haga del ahorro para la jubilación una prioridad. Cree un plan, manténgalo y establezca objetivos. Recuerde, nunca es demasiado temprano o demasiado tarde para comenzar a ahorrar.
2. Conozca sus necesidades de jubilación.
La jubilación es cara. Los expertos estiman que necesitará acerca del 70 por ciento de sus ingresos previos a la jubilación – para las personas asalariodos bajos, el 90 por ciento o más – para mantener su estilo de vida cuando deje de trabajar. Asuma la responsabilidad de su futuro financiero. La clave para una jubilación segura es planear de antemano. Comience por solicitar Su dinero y futuro económico: Una guía para ahorrar y, para quienes estén próximos a jubilarse, Cómo resolver el misterio de la planificación de su jubilación. (Vea el panel del dorso para pedir una copia.)
3. Contribuya al plan de ahorro de la jubilación de su empleador.
Si su empleador ofrece un plan de ahorro para la jubilación, tal como un plan 401(k), inscríbase y contribuya todo lo que pueda. Sus impuestos serán más bajos, su empresa tal vez aporte más y las deducciones automáticas facilitan el proceso. Con el tiempo, los intereses compuestos y los impuestos diferidos hacen mucha diferencia en la cantidad que usted logre acumular. Entérese de su plan. Por ejemplo, cuánto tendría que contribuir para obtener la contribución integral del empleador y cuánto tiempo tendría que permanecer en el plan para obtener dicho dinero.
4. Infórmese sobre el plan de pensión de su empleador.
Si su empleador tiene un plan de pensión tradicional, averigüe si usted está cubierto por el plan y cómo funciona. Pida un estado de cuenta de beneficios individual para conocer cuánto vale su beneficio. Antes de cambiar de empleo, averigüe qué ocurrirá con su beneficio de pensión. Averigüe qué beneficios puede tener de un empleador anterior. Averigüe si tendrá derecho a beneficios a partir del plan de su cónyuge. Para obtener más información, solicite Lo que usted debe saber… sobre su plan de jubilación. (Vea el panel del dorso para obtener más información.)
5. Considere principios de inversión básicos.
Cómo ahorra puede ser tan importante como cuánto ahorra. La inflación y el tipo de inversiones que realice tienen un papel importante en cuánto habrá ahorrado al jubilarse. Conozca cómo se invierten sus ahorros o plan de jubilación. Conozca las opciones de inversión de su plan y haga preguntas. Coloque sus ahorros en distintos tipos de inversiones. Al diversificar de esta forma, es más probable que reduzca el riesgo y mejore el retorno. Su combinación de inversiones puede cambiar con el tiempo dependiendo de una serie de factores como su edad, sus objetivos y sus circunstancias financieras. La seguridad financiera y los conocimientos financieros van de manos dadas.
6. No toque sus ahorros de jubilación.
Si retira sus ahorros para su jubilación ahora, perderá capital e intereses y podrá perder beneficios tributarios o tener que pagar multas por el retiro. Si cambia de empleo, deje sus ahorros invertidos en su plan de jubilación actual o transfiéralos a un IRA o al plan de su nuevo empleador.
7. Pídale a su empleador que inicie un plan.
Si su empleador no ofrece un plan de jubilación, sugiérale que inicie uno. Hay una serie de opciones de plan de ahorro para la jubilación disponibles. Es posible que su empleador pueda iniciar un plan simplificado que pueda ayudarle tanto a usted como a su empleador. Para obtener más información solicite una copia de Choosing a Retirement Solution for Your Small Business. (Vea el panel del dorso para obtener más información.)
8. Invierta dinero en una Cuenta de Jubilación Individual.
Usted puede depositar hasta 5,000 dólares anuales en una Cuenta de Jubilación Individual (IRA, por sus siglas en inglés); puede contribuir más, incluso, si tiene 50 años de edad o más. También puede comenzar con mucho menos. Las IRAs también brindan ventajas tributarias.
Al abrir una IRA, tiene dos opciones – una IRA tradicional o una IRA Roth. El tratamiento tributario de sus contribuciones y retiros dependerán de la opción que seleccione. Asimismo, el valor después de impuestos de su retiro dependerá de la inflación y del tipo de IRA que elija. Las IRAs también pueden proveer una manera fácil de ahorrar. Usted puede establecerla de manera tal que se descuente una suma automáticamente de su cuenta corriente o de ahorro y que dicha suma se deposita en la IRA.
9. Averigüe sobre sus beneficios de Seguro Social.
El Seguro Social paga beneficios que son, en media, equivalentes a alrededor del 40 por ciento de lo que usted ganaba antes de jubilarse. Podrá estimar su beneficio utilizando el estimador de jubilación en el portal de la Administración de Seguro Social. Para obtener más información, visite su portal en Internet o llame al 1.800.772.1213.
10. Haga preguntas.
Mientras estos puntos son significadas para señalarle en la dirección correcta, necesitará más información. Lea nuestras publicaciones enumeradas en el panel del dorso. Hable con su empleador, su banco, su sindicato o un asesor financiero. Haga preguntas y asegúrese de comprender las respuestas. Obtenga consejos prácticos y actúe ahora mismo.