Redacción/ Miami.
Podría llegar una nueva víctima en la batalla comercial existente en todo el mundo desde el inicio de una etapa de proteccionismo, impulsada por la Casa Blanca, presidida por Donald Trump. El último país que podría tener consecuencias negativas sería Japón, si se confirma que EEUU impondrá aranceles al sector automotriz del país nipón. En este caso, la economía japonesa podría verse muy afectada porque el sector automovilístico es uno de los más importantes de las finanzas del país asiático.
Este asunto está siendo debatido por los presidentes de ambos países, el nombrado Donald Trump y el japonés Shinzo Abe, quien ha logrado revalidar su presidencia en unas elecciones presidenciales hace escasas semanas. Lo que le reprocha Estados Unidos a Japón se instala en el mismo impulso que inició la guerra comercial estadounidense contra aquellas naciones o grupos económicos que se vieron afectados en un inicio: la balanza comercial deficitaria para el gigante estadounidense. En 2017, este déficit comercial era de 68,800 millones de dólares (sin incluir servicios). Esta clasificación sitúa al archipiélago en tercer puesto por detrás de China (375,000 millones) y México (71,000 millones); El saldo negativo total con el resto del mundo es de 796,000 millones.
Lo que parece es que, según los analistas económicos, Japón posee menos recursos para hace frente a una imposición de aranceles a sus exportaciones que otros países. Por ello, Japón podría sentir un enorme retroceso en su economía si finalmente se confirma la decisión de Trump.