Redacción/ Miami.
El viernes, los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal señalaron nuevas subidas de los tipos de interés, a pesar de que plantearon preocupaciones relativamente moderadas sobre una posible ralentización mundial que ha hecho que los mercados apuesten fuertemente a que el ciclo de subida de tipos se agotará pronto.
El creciente abismo entre las expectativas de los mercados y la trayectoria de las tasas de interés que la Reserva Federal estableció hace apenas dos meses pone de relieve la cuestión más importante a la que se enfrentan los bancos centrales de Estados Unidos: ¿Cuánto peso le daría a un número creciente de potenciales señales de alarma, aun cuando el sólido crecimiento económico de los Estados Unidos continúe reduciendo el desempleo y creando puestos de trabajo?
«Estamos en un punto en el que realmente necesitamos depender especialmente de los datos», dijo Richard Clarida, el nuevo vicepresidente de la Reserva Federal, en una entrevista con CNBC. «Creo que ciertamente dónde está la economía hoy en día, y la proyección de la Reserva Federal de los Estados Unidos sobre hacia dónde se dirige, que estar en neutralidad tendría sentido», añadió, definiendo «neutral» como la tasa de interés política entre el 2,5 y el 3,5 por ciento.
Tal rango implica entre dos y seis subidas de tarifas más, y Clarida se negó a decir cuántas preferiría.