Redacción/ Miami.
Estados Unidos ha dado la bienvenida a las concesiones chinas desde que ambos declararon una tregua de guerra comercial a principios de diciembre, pero los expertos en comercio y la gente familiarizada con las negociaciones dicen que Beijing necesita hacer mucho más para satisfacer las demandas de Estados Unidos de un cambio a largo plazo en la forma en que China hace negocios.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, acordaron el 1 de diciembre en Buenos Aires poner fin a la escalada de los aranceles “ojo por ojo” que han interrumpido el flujo de cientos de miles de millones de dólares de mercancías entre las dos economías más grandes del mundo.
Desde entonces, Pekín ha reanudado la compra de soja estadounidense, la mayor exportación agrícola entre los dos países. China también ha recortado los aranceles sobre las importaciones de automóviles de Estados Unidos, se ha retractado de un plan de desarrollo industrial conocido como “Hecho en China en 2025” y ha dicho a sus refinerías estatales que compren más petróleo de Estados Unidos.
Trump las tomó como señales de que “China quiere hacer un gran y muy completo trato”.
Pero sólo empiezan a devolver a Pekín y Washington a su status quo anterior a la guerra comercial, dijeron los expertos, y hacen poco para resolver las principales demandas de Estados Unidos de cambios estructurales en China para poner fin a las políticas que subsidian a las grandes empresas estatales y forzar de manera efectiva la transferencia de tecnología estadounidense a las empresas chinas.
Fuente: Reuters