Redacción/ Miami.
Finalmente se consiguió un acuerdo entre la Unión Europea y Reino Unido para concretar el Brexit, es decir, la salida del estado anglosajón de la unión en el viejo continente. Este acuerdo fue ratificado en el día de ayer, domingo, por los presidentes de los veintisiete estados que pertenecen a la Unión Europea.
El acuerdo, sin embargo, todavía debe pasar por el Parlamento Británico durante esta semana que entra. Este escenario se antoja algo complicado, en virtud de las declaraciones de los representantes políticos de los partidos que conforman la cámara de representantes en Londres.
El acuerdo, que fue avanzado por la discutida primera ministra británica, Theresa May, la semana pasada, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, es definido por sus defensores como el “único y mejor” acuerdo posible para la salida de Reino Unido de la UE. Sin embargo, los defensores de otro tipo de acuerdo en Reino Unido aseguran que no se respetará, con el texto alcanzado, la independencia y soberanía británica en algunos asuntos, como es el caso de Irlanda del Norte y su relación con Irlanda. En ese sentido, algunos analistas políticos afirman que el plan b de la Comisión Europea y del gobierno británico sería buscar un acuerdo parecido al que mantiene Noruega con la UE. Ese escenario, sin embargo, significaría que seguiría existiendo libre movimiento de personas en territorio británico. La Eurocámara también deberá ratificar el acuerdo, con una votación que se celebrará entre febrero y marzo del próximo año.