Redacción/ Miami.
Jair Bolsonaro quiere modificar el perfil de Brasil en el plano internacional. Su objetivo es que el país carioca sea el gran aliado de las políticas de Donald Trump en América Latina. Aunque el nuevo presidente de Brasil ya lo había anunciado a lo largo de su campaña, sus planes económicos globales ya son mucho más concretos: su interés pasa por disminuir la influencia de la economía de China en Brasil y elevar la intensidad comercial con países como Israel, aliado de EEUU, o la propia Estados Unidos.
Sin embargo, Bolsonaro no quiere ser aliado únicamente comercial de EEUU. Su objetivo es convertirse en intermediario político del gigante norteamericano en relación a los diversos conflictos existentes en la región, comandados por la situación en Venezuela. La visita del consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton a Brasil mañana será la primera toma de contacto de Estados Unidos para conocer el perfil de las nuevas relaciones que Bolsonaro quiere entre su país y Estados Unidos. Las nuevas relaciones significarían un cambio revolucionario en un país que ha apostado en la última década por buscar nuevos espacios internacionales, alejados de las políticas norteamericanas. Habría que remontarse a la época de la Dictadura Militar entre 1964 y 1985 para encontrar un plan parecido al que Bolsonaro quiere implantar ahora.
Según diversos expertos analistas, los países de la región también comienzan a acomodarse a este nuevo escenario que se atisba. Los diversos embajadores de las naciones latinas que se encuentran en Brasil han tomado contacto con diversas personas que parecen ser perfiles altos dentro del próximo gabinete de Bolsonaro para encontrar nuevos espacios de relación. “Sólo Venezuela y Bolivia no han mostrado demasiado interés diplomático”, aseguran estas mismas fuentes.