Redacción/ Miami.
Podría darse que el enfrentamiento económico entre China y Estados Unidos acabe con un nuevo pacto entre los dos gigantes económicos del planeta. Eso es lo que se ha deslizado en los últimos días, tras conocer las declaraciones de diversos actores protagonistas de una posible negociación entre ambos bloques.
Lo que podría ser un antes y un después sería el hecho de que China cambiara su modelo económico para lograr este nuevo pacto, que beneficiaría las importaciones y exportaciones del gigante asiático. Eso es lo que se desprende de las palabras del presidente chino, Xi Jinping quien aseguró en la Feria de Importaciones de Shanghái que China abrirá su economía, aumentará sus importaciones y reducirá sus aranceles.
El cambio de modelo de China ha sido evidente en los últimos años, desde que el comunismo de Mao fue dejando aspectos de la economía del país cada vez más desiertos. Ahora, Jinping deberá lidiar con un nuevo escenario mundial, marcado por la economía globalizada y por la decisión de Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones que realiza Estados Unidos de diversos productos procedentes de todo el planeta, en especial desde China.
“China ha padecido 5.000 años de tribulaciones y problemas, pero sigue aquí. Y en el futuro, siempre va a seguir aquí”, ha dicho Jinping en un mensaje algo desafiante a escasos días de que se celebren las nuevas elecciones legislativas en Estados Unidos. Aunque el presidente chino no se refirió a Estados Unidos en su discurso, sí realizó varias indirectas: “Cada país debería emplearse a fondo para mejorar su clima empresarial”, aseguró. “Uno no puede apuntar con el dedo los problemas de otro si no resuelve los propios”, concluyó.