Redacción/ Miami.
Si comenzábamos el fin de semana con la noticia de que se llegaba al primer acuerdo de cooperación en el marco de la cumbre del G-20 que se celebró desde el viernes en la ciudad argentina de Buenos Aires, lo cierto es que la reunión entre los líderes de los países más importantes económicamente del planeta no ha acabado con grandes acuerdos. Los pactos a los que han llegado los países han sido de mínimos y la sensación generalizada era que el presidente Trump no quería que este encuentro se dilatara mucho más en su agenda porque no lo consideraba excesivamente importante.
Sin embargo, China y Estados Unidos sí que han llegado a un acuerdo bilateral para bajar la temperatura de su batalla comercial por lograr equilibrar la balanza comercial entre ambos países. Y no sólo eso: EEUU también quiere rebajar el peso de China en la geopolítica mundial gracias a la importancia de su consumo y economía en muchos países productores. “Un increíble y productivo encuentro”, describió de esa forma Donald Trump el encuentro que mantuvo con el presidente de China, Xi Jinping, el pasado sábado. Lo único claro del encuentro es que ambos países se dieron 90 días para llegar a un nuevo acuerdo económico entre ambas superpotencias.
Estados Unidos, de boca de su máximo representante, accedió a no subir los aranceles para importaciones chinas a partir del día 1 de enero por el valor que estaba prevista, nada más y nada menos que 200.000 millones de dólares. Xi, por su parte, le permitió a Trump la identificación del fentanilo como sustancia controlada, y “quienes lo vendan a Estados Unidos estarán sujetos a la máxima pena de China”.