Redacción/ Miami.
Cambian los tiempos y se modifican las formas de ataque de espionaje de los países. Estados Unidos ha logrado la primera extradición de un agente de otro país, en este caso China, acusado de espionaje económico e industrial. En este caso, el agente chino Yanjun Xu fue detenido en Bélgica acusado de tratar de robar información secreta de la rama aeronáutica de la compañía estadounidense General Electric. Xu ahora irá a Estados Unidos para hacer frente a la causa por la que está imputado.
Algunos de los cargos a los que se enfrenta Xu pueden acarrearle hasta 15 años de prisión. Además, la elevada de tensión entre los gobiernos de Washington y Pekín hace que esta nueva circunstancia ahonde en el mal momento de relaciones entre las economías más potentes del mundo. La subida de aranceles iniciada por Trump y respondida por Xi Jinping ha llevado al planeta a un colapso económico del libre comercio, que se dirige a un proteccionismo exacerbado que puede acabar con las condiciones que han tenido los países en las últimas décadas.
“Esta acusación alega que un oficial de inteligencia chino trató de robar secretos comerciales y otra información sensible de una compañía estadounidense que lidera el camino en el sector aeroespacial”, indicó públicamente John Demers, el fiscal general asistente en asuntos de seguridad nacional. “Este caso no es un incidente aislado, es parte de un conjunto de una política económica de desarrollar China a expensas de EE UU”.