Redacción/ Miami.
El Fondo Monetario Internacional sigue alertando sobre la situación económica mundial y los síntomas de las finanzas internacionales, que no acaban de remontar de una forma sostenida. El FMI alertó en el día de ayer con un dato: se ha alcanzado la mayor deuda pública mundial en la historia. La deuda mundial es ahora mismo 150 veces mayor que el Producto Interno Bruto de algunos de los países más ricos del mundo. Además, Christine Lagarde anticipó la ralentización del crecimiento global por debajo del 3,9% que había sido previsto hace únicamente tres meses.
Desde el informe que el FMI realizó el pasado mes de marzo, la deuda pública global creció en 18 billones de dólares. Una cantidad enorme de la que no se sabe si las estructuras económicas mundiales están lo suficientemente preparadas como para soportar un gasto tan grande. “Gobiernos y empresas son ahora más vulnerables a un endurecimiento de las condiciones financieras. Las economías emergentes y en desarrollo ya están notando el pinchazo mientras se adaptan a una normalización monetaria en el mundo avanzado”, ha concluido Lagarde en su participación en la Asamblea Nacional de la ONU en Washington.
Sin embargo, Lagarde ha comenzado su intervención con las noticias positivas para la economía mundial: desde 2011 el desempleo ha caído en la mayor parte de países y el porcentaje de personas que vive en la pobreza extrema se ha situado en un nuevo mínimo, por debajo del 10% de la población de todo el planeta. No obstante, el FMI ha pedido correcciones a los gobiernos de los países con el fin de modificar una trayectoria que podría situar al mundo a las puertas de una nueva crisis económica, tal y como ocurrió en el año 2008.