Miami, domingo 29 de noviembre de 2020 (Por Richard Branson). Nelson Mandela es uno de mis mayores héroes y un símbolo mundial de liberación, esperanza e igualdad. Mandela nos mostró que se pueden lograr grandes cosas liderando con sabiduría, empatía e integridad.
Richard Stengel ha capturado brillantemente el espíritu de Mandela en su libro Mandela’s Way: Lessons on Life, Love and Courage. Rick pasó casi tres años viajando con Mandela, siguiendo cada uno de sus movimientos y ayudando a escribir su autobiografía “Long Walk to Freedom”. He tenido la suerte de conocer a Rick durante muchos años, así que fue maravilloso ponerme al día con una entrevista como parte de mi Literati Book Club.
Reflexionamos sobre muchos recuerdos maravillosos y lecciones que aprendimos de Mandela, pero una cosa que Rick dijo realmente me quedó grabada. Cuando le pregunté qué extrañaba más Rick de Madiba, dijo: “Estaba soleado. Estar en su presencia era como estar afuera en una hermosa tarde de verano “.
Esta simple línea resumió mucho sobre el carácter de Mandela y explica muchas de sus acciones. Rick y yo reflexionamos, sobre todo, desde la capacidad de Madiba para iluminar una habitación, su amor por el baile, su capacidad para superar la amargura, evocar coraje, sorprender constantemente a la gente y mantener la esperanza incluso después de todo lo que había experimentado. Tras reflexionar, el hilo conductor entre todo lo que discutimos y todo lo que admiramos de Mandela se redujo a su brillante calidez y su carácter alegre.
Rick y yo estuvimos de acuerdo en que una de las lecciones más poderosas que compartió Mandela fue cómo no ser víctima de su propio miedo. Como dijo Rick en nuestra entrevista: “El valor no es la ausencia de miedo. El valor es comprender tus miedos, afrontarlos y superarlos “. Es poderoso darse cuenta de que está bien tener miedo en la vida, pero es la forma en que reaccionamos ante nuestros miedos lo que marca la diferencia. Vivir en el lado soleado de la vida y mantenerse optimista también hace que sea más fácil manejar nuestros miedos.
Han pasado siete años desde que Madiba falleció, pero su espíritu alegre continúa haciendo que el mundo sea un poco más brillante. Qué maravilloso legado dejar y gracias a Rick por compartir su luz con todos nosotros.
Fuente: virgin.com