Redacción/ Miami
El Senado de Brasil destituyó ayer por 61 votos a favor y 20 en contra, a la presidenta Dilma Rousseff y confirmó como presidente interino a Michel Temer su vicepresidente desde 2011, líder durante quince años del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), electo seis veces como diputado y tres veces presidente de la Cámara de Diputados.
El gobierno de Michel Temer, quien seguirá en el poder hasta el 1 de enero de 2019, tendrá como principal misión recuperar la confianza de los inversores y de los mercados financieros para tratar de detener la caída de la economía del país, que el año pasado se contrajo un 3,8% y que podría caer otro 3% en 2016, ahogándose así en su peor recesión desde 1930.