Redacción/ Miami.
Nike ha logrado solventar la primera etapa de un escenario de tensión comercial entre China y Estados Unidos, que se ha generalizado por todo el planeta. La empresa de ropa deportiva estadounidense por antonomasia anunció los datos económicos de su segundo trimestre del año y las buenas noticias fueron generalizadas. Nike logró facturar 9.370 millones de dólares en el segundo trimestre de su ejercicio fiscal del pasado año. Eso significa que la emblemática marca ganó 850 millones de dólares en el trimestre, una mejora del 10% respecto al pasado año.
La compañía deportiva logró un aumento de su beneficio del 14%, si no tenemos en cuenta el efecto del tipo de cambio. Y su aumento se debió en primer lugar a sus ventas en el plano internacional: las ventas en el extranjero aumentaron un 20% mientras que la subida en Estados Unidos fue del 9%. Y todas esas cifras se situaron en un año marcado, esencialmente, por la batalla comercial entre EEUU y China, que ha tenido consecuencias en muchas de las grandes compañías del planeta. Sin embargo, Nike ha logrado sortear ese contexto gracias al fortalecimiento de su marca con algunos de los grandes deportistas que ya son una realidad en el futuro: Mbappé en el mundo del fútbol o Simon Biles en la gimnasia. Y gracias a otros deportistas que son una realidad tan consagrada como lucrativa: Lebron James en el baloncesto y Eliud Kipchoge, plusmarquista mundial de maratón.
En una situación económica tan difícil de pronosticar como la que se vive en la actualidad, los resultados de Nike sorprendieron a los inversionistas de Wall Street, que transportaron las acciones de la firma deportiva a un crecimiento del 18% en el Dow Jones, a pesar del descenso generalizado del parqué de Wall Street del 6%.