Miami, 13 de diciembre de 2013. Un grupo de niños hispanos de cinco distritos de California visitaron ayer las oficinas de varios congresistas para entregarles botas de Navidad que no contenían dulces ni regalos, sino carbón, pues consideran que «no se han portado bien».
Más de 30 niños, según dijeron los organizadores, movilizándose en camionetas blancas identificadas como «Trineos de Unidad Familiar», visitaron las oficinas de los congresistas republicanos John Campbell (D45), Howard McKeon (D25), Kevin McCarthy (D23) y Ed Royce (D39), así como del demócrata George Miller (D11).
Los niños entregaron en las oficinas de los políticos botas de Navidad conteniendo lo que ellos consideran que merecen «por su falta de esfuerzo para aprobar una reforma a la ley inmigración: carbón».
«Más de 2 millones de deportaciones han dejado a muchos de estos niños sin una de sus personas amadas», señaló en una comunicación la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA, en inglés), al explicar la razón por la que los niños están entregando carbón en lugar de dulces y regalos a los políticos.
La protesta -que partió la mañana de ayer de las oficinas de CHIRLA en Los Ángeles- resaltó que a pesar de las promesas anteriores, el gobierno sigue deportando padres y madres de familia, separándolos de sus hijos ciudadanos estadounidenses.
Acompañados de algunos padres y familiares, los niños también ofrecieron un homenaje de amor a la Virgen de Guadalupe, como patrona de la unión familiar, ofreciéndole rosas y oraciones ante un altar.
En su visita a las oficinas del representante McCarthy, los pequeños se encontraron con la activista Dolores Huerta, cofundadora de la Unión de Campesinos, y quien participa en un ayuno de protesta para urgir al congreso a aprobar una reforma a la ley de inmigración.
«El Congreso ha fallado miserablemente para arreglar un sistema de inmigración dañado y cruel», denunció el comunicado de CHIRLA.
EFE