Redacción/ Miami.
El conjunto brasilero se impuso al Junior de Barranquilla por penales, en una final pareja que debió llegar a esta estancia debido a un empate 1 -1 y un global de 2 -2. No sólo defendieron su honor y alzaron el trofeo, sino que se embolsaron US$ 2,5 millones como premio por ser los campeones de la edición 2018 de la Copa Sudamericana.
La emocionante final vuelta fue jugada en el estadio Arena da Baixada, donde Pablo Felipe Teixeira logró anotar primero para el equipo de Curitiba al minuto 26 con un remate cruzado que el portero Viera no pudo controlar. El empate para el conjunto barranquillero lo logró Teófilo Gutiérrez al minuto 57 con un remate de cabeza.
El juego se fue a tiempos suplementarios y Junior pudo haber tomado ventaja en el marcador en el casi agónico minuto 108, cuando el árbitro Tovar sancionó un penalti que desperdició el volante del conjunto “tiburón”, Jarlan Barrera.
En penales el cuadro brasilero se vio más entero y seguro, logrando imponerse 4-3, con goles de Jonathan, Raphael Veiga, Bergson y Thiago Leno.
“Hicimos una gran copa y estamos muy felices”, comentó Pablo Felipe tras la victoria. “Junior fue un equipo increíble, un equipo muy duro, con buenos jugadores. Es muy parecido a nosotros y sabíamos que enfrentaríamos a un equipo difícil. Hay que felicitarlos por todo lo que han hecho”, añadió.
Aparte de los US$ 2,5 millones embolsados por quedar campeón, el Paranaense facturó casi US$ 2 millones más por los premios acumulados al pasar cada fase. Junior no se queda con las manos vacías y gana la misma suma, más US$ 1,2 millones por quedar subcampeón.