Miami, lunes 31 de julio de 2023.
Miami es un paraíso para los ricos, pero ahora se está llenando de basura, ¡literalmente! Desde fosas sépticas que se desbordan con las lluvias hasta vertederos repletos de residuos tóxicos, la situación medioambiental de Miami pone en peligro la economía de una ciudad que vio crecer en un 75% su población de millonarios de 2012 a 2022.
El año pasado, Miami lideró el ranking de las diez ciudades de Estados Unidos que los nuevos y viejos millonarios eligen para comprar sus segundas propiedades residenciales, según el último reporte de riqueza de la consultora de inversiones Henley & Partners.
Mejor destino para los más ricos… por ahora
Para diciembre de 2022, la ciudad del sol albergaba a 38.000 millonarios, 160 millonarios con al menos 100 millones de dólares y 12 milmillonarios.
Mayor atención llamó en junio pasado, cuando el proveedor de información financiera SmartAsset reveló que quienes ganan un salario de US$ 650.000 o más en grandes urbes como Nueva York pueden ahorrar casi US$ 200.000 al año si se mudan a Miami, gracias a los bajos impuestos y el costo de vida más asequible.
Pero, ¿podrán resistir los ricos el repulsivo problema de la basura en Miami?
La oficina de la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, estima que algunos de los mayores vertederos de la ciudad se quedarán sin espacio para 2026.
Como muchas ciudades de EEUU, Miami entierra gran parte de su basura en enormes vertederos, estratégicamente apartados de los ricos. Son colinas malolientes con casi 40 metros de altura, llenas de moscas, ratas y aves de rapiña.
“Es muy crítico”, dijo Levine Cava, citada en un análisis reciente de Bloomberg. “Tenemos que abordar todo eso de manera agresiva”.
El director de desechos sólidos de Levine Cava, Michael Fernández, renunció abruptamente en julio y advirtió de que el condado no tendrá suficiente espacio para la basura si la alcaldesa no actúa rápido:
“A estas alturas, el condado tendrá que emitir una moratoria para detener todo el desarrollo inmobiliario”, escribió en su carta de renuncia.
Para Fernández, las soluciones que ha propuesto el gobierno local son insuficientes. Una de las propuestas era construir un incinerador y una planta de energía de US$ 1.000 millones de dólares, en parte con el objetivo de reemplazar un incinerador que procesa 1 millón de toneladas de basura al año y que se dañó durante cuatro semanas a principios de 2023.
En peor condición se encuentran los sistemas sépticos que sirven a sus 2,7 millones de habitantes: cuando llueve, las inundaciones son casi imposibles de controlar, liberando bacterias fecales y otros contaminantes que transforman un paraíso tropical en pantanos tóxicos que matan peces y enferman a las personas.
Ninguna otra ciudad importante de EEUU depende tanto de las fosas sépticas, un sistema de tratamiento de aguas residuales que bordea las propiedades en todo el condado, desde los lujosos enclaves de Coral Gables hasta Miami Beach, y Homestead, cerca de los Everglades.
Un problema de US$ 4.000 millones
Mantener los 108,000 tanques sépticos de hogares y negocios en Miami-Dade es un desafío complejo y costoso. El condado ha gastado US$ 1.000 millones en líneas de agua y alcantarillado, y ha aprobado la asignación de otros US$ 160 millones. Pero las aguas negras siguen inundando las calles y no alcanzan los límites mínimos para evitar la contaminación en afluentes de agua potable.
Librar al condado de tanques sépticos costará al menos cuatro veces más que el presupuesto, unos US$ 4.000 millones, según estimaciones del gobierno. Es probable que los residentes tengan que pagar mayores impuestos para financiar esos esfuerzos: actualmente pagan más US$ 500 al año en tarifas de recolección de basura, mientras que los propietarios de inmuebles están obligados a gastar otros US$ 20.000 en promedio para cubrir el costo de conectarse al alcantarillado.
El sur de la Florida tiene una larga historia de fosas sépticas que terminan enfermando a las personas con bacterias mortales, como el Escherichia coli, y residuos tóxicos que matan a los peces cuando llegan al océano.
Tras un estudio en 2018, Miami-Dade advirtió de que los sistemas sépticos que no funcionan correctamente se convertirían en “un riesgo inmediato para la salud pública”. “No estamos en crisis”, refutó Levine Cava casi cuatro años después, en una conferencia de prensa. “No ocurrirá bajo mi mandato”.
Fuente: Ivette Leyva, Yahoo Finanzas