Redacción/ Miami.
Con la subida de una décima en diciembre, el Índice de Precios al Consumo (IPC) finalizó el año en el 2,1%, en torno a la meta que tenía la Reserva Federal estadounidense para el año recientemente culminado. La información publicada por el Departamento de Trabajo profundizó en los datos asegurando que la inflación se vio impulsada en diciembre por el alza de precios en los sectores de la vivienda y de los alimentos. En el otro lado de la balanza, el combustible bajó su precio gracias al descenso del precio del petróleo, equilibrando su valor tras la fuerte subida del pasado mes de noviembre.
Otra vía para medir la inflación, la denominada subyacente, que excluye los precios del combustible y los alimentos debido a su alta volatilidad, se incrementó en un 1,8% interanual en el mes de diciembre con respecto al año anterior y subió tres décimas en comparación con el mes de noviembre. Este dato supone la mayor subida en los últimos 11 meses. La Reserva Federal ha anunciado a lo largo del año pasado que en 2018 se producirán tres subidas de los tipos de interés, aunque algunos expertos consideran que podrían producirse hasta cuatro.
La causa de estas subidas de los tipos de interés hay que buscarla en la fortaleza de la economía estadounidense que ha sido capaz en los últimos meses de sobreponerse al freno que se produjo en la economía del país tras la recesión de 2008. Además, la reforma fiscal que será efectiva en el presente año ayudará, según la Casa Blanca, a que se mantenga el crecimiento de la economía e incluso se potencia gracias a la bajada de la presión fiscal sobre ciudadanos y compañías.