Redacción/ Miami.
Estados Unidos continúa moderando su perspectiva de crecimiento para el futuro. A pesar de que los indicadores macroeconómicos apuntan a una consolidación de las finanzas del país, lo cierto es que la economía ofrece síntomas de un posible estancamiento de los números del país. La expansión se moderó durante el tercer trimestre a una tasa anualizada del 3,5% (un 0,9% de trimestre a trimestre). Son siete décimas menos que en el segundo. De igual forma, el ritmo sigue siendo sólido.
La proyección que hace el Departamento de Comercio de Estados Unidos está en sintonía con lo que vislumbra la Reserva Federal, que tiene preparada una nueva subida de los tipos de interés para el mes de diciembre. Esa subida se producirá a pesar de la presión política ejercida por Trump y por los mercados, que no ven con buenos ojos el encarecimiento del dinero. El dato se ofrece también 11 días antes de las elecciones al Congreso y el Senado estadounidenses. De esa forma, los candidatos republicanos que tratan de preservar sus asientos en el Senado y la Cámara de Representantes tienen nuevos argumentos económicos para presentar a sus electores. No obstante, existen indicadores que proyectan una moderación en la economía del país. La inversión residencial bajó un 4% y las ventas de vivienda a estrenar descendieron un 13% en septiembre respecto a hace doce meses. Estos datos pueden ser reflejo del encarecimiento del dinero y la aplicación de límites a algunas deducciones fiscales.